¿Estrés o el que sigue del dos?
Cuando nos referimos al estrés generalmente
lo asociamos con aquello que nos preocupa, que nos pone en una situación de
angustia y desesperación, donde como se dice “solo le estamos dando vueltas al
problema”, sin embargo, esto se puede decir que es ansiedad, pues esta tiene que ver con el miedo y la
preocupación. En cambio, el estrés es un
vocablo que procede de la física, sirve para explicar los efectos que se
producen sobre un cuerpo cuando este es sometido a presión. Por lo cual, este término está considerado como una
limitación de recursos, cobra el
significado “de tener prisa e impaciencia”,
por ejemplo, esto tiene que ver cuando una persona trabaja sobre
presión, sobre una urgencia, sobre sentirse vigilado entre otros.
Existen muchos mitos alrededor de este,
generalmente relacionados con algo negativo, malo para la salud, sin embargo, este
no es una enfermedad, ni una disfunción, ni un trastorno, y aunque no se
considera una emoción esta ligado a ellas. Se puede decir, que este es un
proceso vital de adaptación y como mecanismo nos permite crecer como personas.
El estrés es lo que experimentamos cada
vez que tenemos que llevar a cabo una actividad de cuyo resultado dependen
importantes consecuencias para nosotros. Es por ello que se le ha considerado
como sinónimo de escasez de tiempo. Es presión, demanda o exigencia de
respuesta, digamos que es todo ello que en una situación en la que nuestro
futuro y nuestro bienestar pueden depender de la eficacia con la que realicemos
nuestra conducta; es decir, lo que puedo ganar o perder a consecuencia de mi
actuar.
El
estrés dependerá de la situación que se presente o bien cuando no tenemos nada
que perder, por ejemplo, nos piden que
caminemos por unas vías del tren a nivel tierra, seguramente lo haremos sin
dificultad y no habría problema ya que en caso de pisar mal podemos tocar el piso y
sentirnos a salvo, pero si nos pidieran esa misma tarea a cien metros de altura, la cosa cambiaria, ya
no seria una tarea fácil, aquí, un desliz tiene un coste importante, esta en juego nuestra propia vida, mientras
que en el primero podríamos considerarlo como un juego.
Se podría definir al estrés como a la
presión que experimentamos cuando sabemos que tenemos que realizar algo y,
dependiendo de la eficacia con que realicemos esa actividad, habrá
consecuencias positivas, a este se le conoce como eustrés, o negativas o
demoledoras para las personas, es llamado distrés.
En algunos casos, a algunas personas
realizan mejor su actividad bajo condiciones de presión que cuando pueden tener
mucho tiempo para realizarla.
En el humano es posible enfrentarse al agente
estresante, puede tener acciones como el huiro derrotarlo, y cuando no puede
hacer alguna de estas dos, este se mantiene y se protege al máximo para que los efectos del
agente sean mínimos, para ello cuenta con la posibilidad de comunicar lo que
piensa, lo que siente y lo que quiere hacer, pero también el hombre puede
suponer o imaginar cosas terribles que
le puedan suceder.
Existen dos formas de estrés, el agudo y
el crónico. Cada vez que ocurre algún acontecimiento importante que nos exige
una respuesta inmediata, no importa que esta respuesta sea buena o mala, hablamos de estrés agudo. Pero cuando no
tenemos una respuesta apropiada, pues no habrá mas remedio que resistir hasta
que se encuentre una respuesta apropiada, a esto se le llama estrés crónico.
Donde el individuo se encuentra en una situación duradera en la que se tiene
que estar dando respuestas de manera continua.
Se puede decir que existe una especie de
barrera protectora que mientras mas
solida y alta sea es mas difícil que la atraviesen los estímulos potencialmente
nocivos para el individuo, pero aquellos que si la llegan a superar son capaces
de hacernos sufrir. Se puede apreciar
que el estrés entendido como presión o exigencia que tenemos que superar,
aparecerán pensamientos positivos o negativos dependiendo de si controlamos o
no esa situación. De esta forma, nuestro estado de animo influye
considerablemente en nuestra fortaleza, una postura negativa nos debilita, ya
que nos vemos incapaces de conseguir cualquier objetivo.
La respuesta del estrés siempre depende
del significado que el estimulo en cuestión tiene para mi. Durante este tiempo
el individuo puede resistir hasta encontrar una respuesta apropiada, pero
llegara un momento en el que nuestras energías
comiencen a debilitarse y es posible que ocurra una especie de colapso,
generar un desequilibrio, ya que una persona que no pueda soportar más presión
que la que le permite su capacidad de resistencia, al menos que se presente descansos
durante breves periodos de tiempo. Tengamos presente que en el ser humano la
presión es física, psicológica y social.
De cada uno de estos ámbitos recibe exigencias de conducta que el
individuo debe cumplir. En cuanto a la psicológica la presión suele ser externa
e interna, en donde la mayor de las veces pesa más lo que el individuo puede
autoimponerse el canon de conducta mas exigente que lo que sociedad le propone.
Los masajes o las relajaciones son una
forma de reducir el estrés, también se recomienda comer bien, hacer ejercicio,
hacer amistades pero lo mas recomendable es hacer una reestructuración cognitiva
y enfrentar nuestros problemas
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