viernes, 29 de septiembre de 2023

ANGUSTIA

 

La angustia es parte de la ansiedad,

La palabra angustia proviene del latín augustus que significa angostamiento o estrechamiento y remite a la estrechez que se provoca en la garganta cuando la persona la padece. El pecho se halla constreñido, el aire pasa entorpecido, entrecortado por la narices y la persona esta atribulada o acongojada, es una sensación de mortificación. Otros síntomas son hormigueo en las extremidades, sudoración, palpitaciones, dolor en el pecho y el estomago, vista nublada, mareos, dolor de cabeza, presión baja, sensación de desmayo o perdida de la realidad, también  remiten un intenso malestar físico que puede o no incluir llanto desconsolado o sollozos. Si esta es intensa puede acompañarse con perplejidad, miedo a perder el juicio o morirse.

La mente esta enfocada en estos síntomas y probablemente aparezcan ideas pesimistas, lúgubres y exageradas, lo cual hace que se retroalimenten las sensaciones.

Es común escuchar que la gente dice “no se lo que me pasa, ni por qué, pero me siento muy mal. La causalidad de la angustia puede ser compleja, ya que no necesariamente se debe a una única razón; pero se destaca el fuerte contenido subjetivo sentido en el yo. La persona puede estar desbordada por algo que le ha sucedido y le ha causado un intenso pesar, aunque a veces no esta al tanto de las causas de este intenso sentimiento.

La angustia se inicia con una sensación de ansiedad y se le agrega el miedo. Se puede hablar de tres tipos.

Angustia fisiológica es propiamente la ansiedad pura, se experimenta cuando hay un cambio en el entorno, que puede ser sorpresivo, violento o amenazante. Estos cambios bruscos provocan en el organismo reacciones con descargas considerablemente altas de diversas sustancias, como la adrenalina que puede llegar a provocar infartos, embolias, diabetes e hipertensión.

A este tipo hay que darle tiempo para que el organismo recupere su homeostasis o su equilibrio, y el ejercicio físico es una buena opción. Desgraciadamente hay una tendencia a recurrir inmediatamente a fármacos para disminuir la ansiedad, sin permitir al organismo realizar esta función que le es natural.

Angustia existencial surge cuando no estamos en donde queremos estar, no hacemos lo que queremos hacer o no estamos siendo lo que realmente somos. Es un aviso de que algunos aspectos de la propia vida necesitan revisión y el estilo de vida que es lleva esta deteniendo el proceso de desarrollo. Es un punto de partida para que la persona inicie un proceso de revisión personal. Gracias a este tipo de angustia nos enteramos de que algo anda mal en nuestra vida. Su aparición nos permite parar y revisar qué queremos y qué no para nuestra vida actual.

La angustia disfuncional es la que algunos autores llaman neurótica. Es intensa, invasiva, estando en ella se llega a perder el control, ya que su intensidad no permite que sea manejable.

Si no se atiende se vuelve intensa e invasiva, genera fantasías catastróficas produciendo que el cerebro no distinga entre la fantasía y la realidad.

En estos casos lo mas recomendable es asistir algún tipo de terapia para disminuir este tipo de angustia y que se coloque en el presente, en el aquí y ahora.

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