La angustia es parte de la ansiedad,
La palabra angustia proviene del latín
augustus que significa angostamiento o estrechamiento y remite a la estrechez
que se provoca en la garganta cuando la persona la padece. El pecho se halla
constreñido, el aire pasa entorpecido, entrecortado por la narices y la persona
esta atribulada o acongojada, es una sensación de mortificación. Otros síntomas
son hormigueo en las extremidades, sudoración, palpitaciones, dolor en el pecho
y el estomago, vista nublada, mareos, dolor de cabeza, presión baja, sensación
de desmayo o perdida de la realidad, también
remiten un intenso malestar físico que puede o no incluir llanto
desconsolado o sollozos. Si esta es intensa puede acompañarse con perplejidad,
miedo a perder el juicio o morirse.
La mente esta enfocada en estos síntomas
y probablemente aparezcan ideas pesimistas, lúgubres y exageradas, lo cual hace
que se retroalimenten las sensaciones.
Es común escuchar que la gente dice “no
se lo que me pasa, ni por qué, pero me siento muy mal. La causalidad de la
angustia puede ser compleja, ya que no necesariamente se debe a una única
razón; pero se destaca el fuerte contenido subjetivo sentido en el yo. La
persona puede estar desbordada por algo que le ha sucedido y le ha causado un
intenso pesar, aunque a veces no esta al tanto de las causas de este intenso
sentimiento.
La angustia se inicia con una sensación
de ansiedad y se le agrega el miedo. Se puede hablar de tres tipos.
Angustia fisiológica es propiamente la
ansiedad pura, se experimenta cuando hay un cambio en el entorno, que puede ser
sorpresivo, violento o amenazante. Estos cambios bruscos provocan en el
organismo reacciones con descargas considerablemente altas de diversas
sustancias, como la adrenalina que puede llegar a provocar infartos, embolias,
diabetes e hipertensión.
A este tipo hay que darle tiempo para que
el organismo recupere su homeostasis o su equilibrio, y el ejercicio físico es
una buena opción. Desgraciadamente hay una tendencia a recurrir inmediatamente
a fármacos para disminuir la ansiedad, sin permitir al organismo realizar esta
función que le es natural.
Angustia existencial surge cuando no
estamos en donde queremos estar, no hacemos lo que queremos hacer o no estamos
siendo lo que realmente somos. Es un aviso de que algunos aspectos de la propia
vida necesitan revisión y el estilo de vida que es lleva esta deteniendo el
proceso de desarrollo. Es un punto de partida para que la persona inicie un
proceso de revisión personal. Gracias a este tipo de angustia nos enteramos de
que algo anda mal en nuestra vida. Su aparición nos permite parar y revisar qué
queremos y qué no para nuestra vida actual.
La angustia disfuncional es la que
algunos autores llaman neurótica. Es intensa, invasiva, estando en ella se
llega a perder el control, ya que su intensidad no permite que sea manejable.
Si no se atiende se vuelve intensa e
invasiva, genera fantasías catastróficas produciendo que el cerebro no distinga
entre la fantasía y la realidad.
En estos casos lo mas recomendable es
asistir algún tipo de terapia para disminuir este tipo de angustia y que se coloque
en el presente, en el aquí y ahora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario