jueves, 16 de marzo de 2017

Amarse así mismo


Existen personas más sensibles a los dictados sociales o de la moda que se dejan impresionar por ellos. De este modo suponen que si no tienen algún artículo de lujo, ell@s no valen. Incluso, tienden a regalar objetos “lujosos” porque la otra persona se “lo merece” o lo “vale” o los exigen pues es una manera de saber que son importantes para los otr@s. Algunas de estas personas han asimilado que primero se debe pensar en los demás y luego en ell@s, pues la sociedad nos dicta que no debemos ser egoístas y por lo cual  debemos pensar primero en los demás. Generalmente cuando algún familiar se enferma inmediatamente nos preocupamos por él y buscamos todos los remedios posibles, pero cuando uno mismo se enferma dejamos para después la cura, pensamos que al rato va a pasar el malestar o que no es necesario acudir al médico.
Desde niños nos  enseñan a no ser egoístas y darles a otros nuestros objetos, (dulces, ropa, aparatos electrónicos, juguetes, etc.) , pero el compartir no es el problema sino más bien el hecho de dar todo a los otros hasta el punto de anular a la propia persona. Es cuando algún amante dice dar todo por la persona amada y se queja de no recibir nada a cambio.
La religión nos dice ama a tu prójimo como a ti mismo, pero, ¿cómo amar al otro si se hemos aprendido a derogarnos? ¿Cómo amar al otro si no nos amamos a nosotros mismos? .La sociedad nos dice que la “buena educación” es no pensar en uno mismo.
La sociedad, sobre todo los medios de comunicación, a cada instante nos recuerdan que no amemos a nuestro cuerpo. Cuántas veces hemos pensado o dicho que no nos agrada alguna parte de nuestro cuerpo, cómo es: el tipo de nuestro cabello, que si es rizado se desea lacio, que si tenemos demasiado largas o cortas las piernas, que el tipo de ojos, el color de la piel, etc.  No es fácil ponernos a pensar que parte es la que nos gusta de nuestro cuerpo, ya que la televisión  nos bombardea con  anuncios de lo imperfecto que es nuestro cuerpo, ya sea un abdomen abultado, no poseer una dentadura perfecta, y así podemos encontrar miles de ejemplos donde los comerciales nos exigen un cuerpo perfecto que no existe. La industria y la sociedad nos envían constantemente mensajes para avergonzarnos de nuestro cuerpo y tenerlo que disfrazar con algún producto.
Y no es que tengas un excelente cuerpo, tu eres tu cuerpo y el que no te guste alguna parte no significa que no te aceptes a ti mismo como ser humano, puede que ese fragmento de tu cuerpo sea fácil de modificar como el abdomen con dieta y ejercicio, pero aquellas otras que desapruebas y que no pueden ser modificadas, como el color de la piel, pueden ser vistos bajo una óptica diferente. Se puede descubrir las ventajas de nuestro cuerpo, por ejemplo, que beneficios tiene ser alto, ser bajo, ser delgado, tener las manos largas o cortas, podemos encontrar un sinfín de utilidades que tiene nuestro cuerpo.
El amarse implica el amar el propio cuerpo y la posibilidad de disfrutar del mismo. Gozar de ser uno mismo. Si algunas vez has odiado tu cuerpo o has actuado de una forma que no te ha gustado, no lo veas así, piensa que eso te inmoviliza y te perjudica, aprovecha que eso te sirvió de aprendizaje y no los asocies con tu autoestima. ¿Cómo puedes dar amor si no te amas a ti mismo?.


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