“Es propio de aquellos
con mentes estrechas, embestir contra todo aquello que no les cabe en la cabeza” Antonio Machado-
poeta y dramaturgo español.
Si
bien es cierto que desde la antigüedad se ha manejado el marcar una diferencia
entre hombres y mujeres, sin embargo, esta no ha sido siempre la misma para
todas las culturas y en todos los momentos históricos. En algunas sociedades el maquillaje, la
vestimenta, los adornos corporales podrían ser exclusivos de los hombres,
mientras que en otras había sido para las mujeres. Entre las labores marcadas por sexo es lo
mismo, por ejemplo, en unas sociedades el tejedor es el hombre y en otras lo
contrario. Se han encontrado tumbas
prehistóricas huesos que pertenecieron a hombres, pero con adornos femeninos y
viceversa.
Grandes
antropólogos como Lewis y Mead, afirman que en algunas sociedades pueden tener
dos o más perspectivas sexuales o géneros supernumerarios, es decir, que
reconocen la existencia de 3 o más diferencias sexuales. En un estudio
realizado por M. Kay y Barbara Voorhies, tienen unos ejemplos sobre esto: los
Mohave, quienes vivían en california explican dentro de su mitología que tanto
los homosexuales como los travestis han estado en el mundo desde su origen. Les
llamaban hwame a las hembras que adoptaban papeles similares a la de los
varones y alyha a los machos que adoptaban papeles correspondientes a las
hembras. A los chicos que deseaban juguetes o ropa propios del sexo opuesto se
les practicaba una ceremonia de iniciación para legitimar su cambio de
posición.
Entre
los Navajo cuando nace un hijo intersexual se les llama nadle, y se les separa
tanto de hombres como de mujeres y se les da en contrapartida el privilegio de
ocupar una posición. Este género está integrado por los verdaderos y los que
fingen ser nadle. De esta forma ellos creen en la existencia de tres
posibilidades respecto al sexo, o sea reconocen tres categorías de sexo físico
y tres estados en cuanto al género sexual.
Los nadle utilizan ropa de varón o de hembra según las circunstancias,
es decir, un nadle hará trabajos de mujer cuando lleve vestidos de mujer y de
hombre cuando este vestido de igual forma. Esta posibilidad de usar uno u otro
tipo de ropa da lugar a que exprese sus preferencias y que pueda realizar
tareas y funciones tanto de un género como de otro.
En algunas civilizaciones indígenas de México se
consideraban tres o más géneros, por ejemplo, en la cultura Maya, se
consideraba un tercer género que, a diferencia del masculino que estaba
encargado de proteger y defender, y a oposición del femenino que se encargaba
de cuestiones del hogar, este tercer género tenía el papel de ser sanadores o
adivinadores. Podrían haber incluido a personas transgénero, doble-espíritu, o
intersexo.
Existen un gran número de culturas
donde reconocen más de tres géneros, sociedades tales como los buguis de
Indonesia donde reconocen cinco identidades, entre los Ciukci siberianos se
reconocen siete géneros: masculino, femenino, tres géneros ulteriores para los
biológicamente varones y otros dos para las hembras biológicas. Las
culturas mohave, zuni, hopo, navajo, yuman, crow, yokut, papago,
cheyene, winnwbago, omaha, ojibwa, cocopa, apache, miami, yorok y piegan de
Norteamérica. Los hijras y sanhis en la India, los mahu, polinesia. En México
están Los nawikis entre los raràmuris de la sierra tarahumara, un pueblo con
una gran flexibilidad en sus relación sexuales y afectivas: existen familias
polígamas y polixínicas, los muxes y nguju`s del Istmo de Tehuantepec
Para los Nativo
Americanos, no existía un 'set de reglas' que los hombres y mujeres tenían que
cumplir con el fin de ser considerados miembros "normales" de su
tribu. Es más, la gente que tenía características tanto "masculinas"
como "femeninas" era vista como dotada de dones por la naturaleza y,
por lo tanto, capaz de entender los dos lados de todo. En todas las comunidades
se reconocían estos roles de género, solo que con distintos -pero muy
parecidos- nombres: Mujer, hombre, mujer de dos espíritus, hombre de dos
espíritus y transgéneros.
Lamentablemente, la influencia religiosa occidental generó serios
prejuicios contra esta forma de diversidad de género practicadas en muchas
sociedades, lo que obligó a las personas afectadas a tomar una de las dos
opciones forzadas o esconderse para proteger su vida.
La cultura de los 'dos espíritus' en Norte América fue una de las
primeras costumbres que los europeos trataron de destruir y desaparecer de la
historia. Un claro ejemplo de ello es lo que dijo en su momento el artista
estadounidense de la época George Catlin, quien pensaba "que esta
tradición debe ser erradicada antes de que llegue a los libros de
historia".
En las culturas Nativo Americanas, la gente era valorada por sus
contribuciones a la tribu, más allá de su masculinidad o feminidad.
El caso de las culturas ya mencionadas, nos hace preguntarnos
fuertemente si estas conductas de flexibilidad en los roles de género son
realmente 'antinaturales' como la moral occidental y religiosa que rige en
nuestro país, nos ha enseñado. Si en otras sociedades estas conductas fueron
tomadas como normales -y hasta como "una bendición del Creador"- sin
que ocurra una catástrofe por ello ¿Por qué mucha gente cree que su
homofobia/transfobia es una 'defensa por lo natural'? tal vez debemos de
aprender de esas culturas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario