El amor desde los tiempos antiguos es el tema con mayores
interrogantes, sin embargo, es uno de los procesos más intrínsecamente
interpersonales y más relevantes para el ser humano, el cual se relaciona con
la felicidad, la salud, el bienestar, la calidad de vida y la satisfacción en
general. Pero, ¿qué hace sentirte cautivo de una persona? ¿Su similitud?, ¿su personalidad?,
¿sus gustos? o ¿es el amor que ingresa por los ojos? es decir, nos enamoramos
de lo que vemos, se trata del amor a primera vista. Socialmente suponemos que
se deben de atraer “una mujer bella y hombre guapo”, lo vemos en películas, programas de
televisión, en las revistas incluso la familia y las amistades comentan: tu
novio es guapo, tu novia es bonita.
Pero ¿dónde queda el
amor entre las personas con discapacidad? ¿Tienen el mismo derecho de enamorarse?
Efectivamente, tienen las mismas
necesidades socio-afectivas y sexuales que cualquier persona.
Existen muchos casos de
novios, parejas, esposos y familias donde uno de ellos tiene alguna
discapacidad como ceguera, sordera, paraplejias, amputaciones, etcétera. Este
es un mundo donde se puede enamorar o no, de ser o no correspondido, así como también de
personas capaces de enamorarse sin
importarle la discapacidad o lo que diga la sociedad.
Así como en esta vida
hay triunfadores que encontraron el amor y lucharon en contra del que dirán, también hay historias donde las personas con
discapacidad suponen que no podrán hacer feliz a otra persona, que no podrá llenar las expectativas y que siempre serán un
lastre o no podrán ser la pareja “ideal”, sin considerar lo que piense o sienta
la otra persona que si está dispuesta a tener una relación duradera.
Por otro lado, muchos padres de discapacitados tienen miedo
de que sus hijos al llegar a la adolescencia se enamoren y sean rechazados por
la persona amada, pero en realidad esto sucede con cualquier joven que se
emociona con otro ser, sea o no discapacitado. Todos estamos expuestos a no ser
atraídos por la otra persona. De igual
modo, suele pasarnos a todos, se llega a enamorar de personas que no
corresponden a nuestros sentimientos como puede ser el caso de algún maestro, amigo o amiga, sin embargo, se puede dar una
amistad.
Algunas personas suponen que las personas con discapacidad
no pueden llevar una vida normal ni tampoco tener una pareja, o bien que les
será más difícil y pueden sufrir por no lograrlo, pero en la vida cotidiana
muchos de nosotros también hemos sufrido por el rechazo de la persona amada.
Actualmente existen parejas de discapacitados que han encontrado el amor, se
han casado y son padres quienes luchan día a día por tener una buena economía y
que su vida sea digna de admirarse.
Parece ser que tanto los profesionales como la sociedad
están progresando en posturas más liberales, aceptan y comprenden a las
personas con discapacidad, pero todavía existen limitaciones en torno al
matrimonio y la posibilidad de tener hijos o ser herederos, es ahí donde la
sociedad limita sus posibilidades de desarrollo. Estas limitaciones más
imaginarias que reales ponen a prueba algo en lo que muchas personas,
discapacitadas o no, fallan al no lograr el amor maduro, la estabilidad de las
relaciones y la debida comunicación en las parejas, eso sí es una real falta de
capacidad, muy grave porque nos hace menos seres humanos y condena a nuestras
relaciones humanas a una ínfima calidad.
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