lunes, 4 de julio de 2016

A MI NADIE ME VE LA CARA DE ...

Hace tiempo me contó una mujer, que cuando  estaba de moda la canción de mocedades “si yo no te fuera fiel”,  se le ocurrió preguntarle a su novio que le parecía la canción y que pasaría si ella no le fuera fiel. En ese momento él se sintió ofendido y comenzó a culpar la de infidelidad, por más que ella le explicaba que no había tal, que tan solo fue una pregunta, pero seguía recriminándole lo mismo  en cualquier ocasión que se presentaba, hasta que ella decidió terminar la relación.
Otra mujer, me platico que llevaba saliendo 2 meses con un chico y este  le había propuesto ser novios, comento que  él se comportaba como todo un caballero, pero al tercer mes, él le pidió su prueba de amor, ella dijo que le gustaba mucho, que cada vez que la besaba ella sentía que perdía la razón, por lo cual acepto.  Ella expresó que era su primer amor, por lo cual fue su primer experiencia sexual,  así que en el momento de tener relaciones,  pues, “lo disfrute, lo bese por todo el cuerpo e hice todo lo que yo me imaginaba que a él le gustaría, todo era un hermoso sueño”, me entregue totalmente a él, cuando al terminar, él se comportó de mal modo, me empezó a cuestionar  de donde había aprendido hacer lo que hice. Me has mentido, “esta no era tu primera vez”.  ¿Cuántos han pasado antes que yo?  Ella declara: Fue horrible todo lo que me dijo, que yo era una zorra, una mujerzuela. Me sentí culpable de lo que hice, pero fue algo que me nació, ¡me gustaba tanto!.
Existen muchas historias como estas, donde el  varón  dice entre líneas, “A mí nadie me ve la cara”, a mí no me vas a engañar, yo no soy ningún tonto. Pero esta es una estrategia de muchos hombres para mantener su dominio. La idea es infundir miedo y un sentimiento de culpa. Pero atrás de estas  expresiones reflejan un temor  de todo hombre machista a ser descubierto como un ser común.
Para muchos individuos lo mejor es tener el control sobre su pareja y mantener una supuesta superioridad y para ello debe estar siempre en guardia ante cualquier palabra o seña que pueda ser considerada como una falta de respeto hacia él. Dejando en claro que, él es el único que puede opinar y tomar decisiones, los demás son objetos.  Supone que él tiene más derechos que la demás personas.  Él es el único que siente y piensa, los demás ni saben hablar, ni decir lo que piensan, mucho menos sabe cómo hacer las cosas.
El macho siempre estará a la defensiva,  siempre será superior y tendrá la razón. A aceptar que está equivocado es perder parte de su machismo. Así que muchas veces cuando se le contradice, tal vez ni conteste, pues  ni siquiera cuenta con los argumentos  para rebatir, ya que ni a él mismo le queda claro.

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