Hace tiempo
me contó una mujer, que cuando estaba de
moda la canción de mocedades “si yo no te fuera fiel”, se le ocurrió preguntarle a su novio que le
parecía la canción y que pasaría si ella no le fuera fiel. En ese momento él se
sintió ofendido y comenzó a culpar la de infidelidad, por más que ella le
explicaba que no había tal, que tan solo fue una pregunta, pero seguía
recriminándole lo mismo en cualquier
ocasión que se presentaba, hasta que ella decidió terminar la relación.
Otra mujer,
me platico que llevaba saliendo 2 meses con un chico y este le había propuesto ser novios, comento que él se comportaba como todo un caballero, pero
al tercer mes, él le pidió su prueba de amor, ella dijo que le gustaba mucho,
que cada vez que la besaba ella sentía que perdía la razón, por lo cual
acepto. Ella expresó que era su primer
amor, por lo cual fue su primer experiencia sexual, así que en el momento de tener
relaciones, pues, “lo disfrute, lo bese
por todo el cuerpo e hice todo lo que yo me imaginaba que a él le gustaría,
todo era un hermoso sueño”, me entregue totalmente a él, cuando al terminar, él
se comportó de mal modo, me empezó a cuestionar
de donde había aprendido hacer lo que hice. Me has mentido, “esta no era
tu primera vez”. ¿Cuántos han pasado
antes que yo? Ella declara: Fue horrible
todo lo que me dijo, que yo era una zorra, una mujerzuela. Me sentí culpable de
lo que hice, pero fue algo que me nació, ¡me gustaba tanto!.
Existen
muchas historias como estas, donde el varón dice entre líneas, “A mí nadie me ve la cara”,
a mí no me vas a engañar, yo no soy ningún tonto. Pero esta es una estrategia
de muchos hombres para mantener su dominio. La idea es infundir miedo y un sentimiento
de culpa. Pero atrás de estas expresiones
reflejan un temor de todo hombre
machista a ser descubierto como un ser común.
Para muchos
individuos lo mejor es tener el control sobre su pareja y mantener una supuesta
superioridad y para ello debe estar siempre en guardia ante cualquier palabra o
seña que pueda ser considerada como una falta de respeto hacia él. Dejando en
claro que, él es el único que puede opinar y tomar decisiones, los demás son
objetos. Supone que él tiene más
derechos que la demás personas. Él es el
único que siente y piensa, los demás ni saben hablar, ni decir lo que piensan,
mucho menos sabe cómo hacer las cosas.
El macho
siempre estará a la defensiva, siempre será
superior y tendrá la razón. A aceptar que está equivocado es perder parte de su
machismo. Así que muchas veces cuando se le contradice, tal vez ni conteste,
pues ni siquiera cuenta con los
argumentos para rebatir, ya que ni a él
mismo le queda claro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario