viernes, 29 de julio de 2016

¿A PARTIR DE QUE MOMENTO SE COMIENZA UNA AMISTAD?

“Nadie podría ser feliz sin amigos” Aristóteles
Desde el  primer momento que existe una empatía por una persona y, después de un breve periodo de convivencia, se da uno cuenta que se tienen algunos sentimientos o intereses en común hacia la otra persona. A partir de ahí, se puede empezar a sentir  una necesidad de conocerse más entre si. Un deseo mutuo de compañía y probablemente un lazo común de algún tipo. Por ejemplo: el amor a los animales, a los deportes, a la música, la lectura, etc., tener un mínimo de sentimientos compartidos son necesarios para iniciar una amistad.
Algunas personas tienen la costumbre de decirle amigos a todo el mundo, como lo es a la persona que acaba de ser presentada.
Pero la amistad requiere de convivencia y el convivir requiere tiempo. De esta forma, los miles de amigos que circulan por las redes sociales no cuentan. Como dice Octavio Paz “El amor nace de un flechazo; la amistad del intercambio frecuente y prolongado. El amor es instantáneo; la amistad requiere tiempo”.
Habrá que  entender que hay muchas relaciones humanas muy buenas y muy necesarias pero que no es amistad, por ejemplo; Las relaciones entre padres e hijos donde no hay una reciprocidad completa, puesto que el padre siempre proveerá más al hijo y estará más al pendiente de su vida social. La relación de compañeros que solo comparten algunos aspectos del trabajo. Está la de cordialidad como la que se da entre los vecinos; un saludo. La de beneficencia, donde yo ayudo a otros pero no espero que el otro me lo devuelva, es como dar un servicio social. La relación contractual,  yo pago  para que el otro me dé un servicio y que al término de éste, se acaba la relación. Esta la relación de simpatía, me llama la atención, me cae bien, pero solo lo he visto un par de veces.
Más allá de esto, la amistad verdadera involucra un sentimiento compartido de preocupación, un deseo de ver al otro crecer y desarrollarse, y una esperanza mutua de tener éxito en todos los aspectos de la vida. También implica acción: Hacer algo diferente para alguien más sin esperar nada a cambio. Compartir pensamientos y sentimientos sin miedo a ser juzgado o a ser criticado negativamente.
El tiempo y las circunstancias te muestran a los amigos que valen la pena conservar en tu vida. Hay  amigos para toda la vida, según qué tan fuerte han sido los lazos de amistad, que aunque no los frecuentes seguido, tienes la certeza que estarán cuando los necesites.
 Algunos amigos pueden ya no ser los mismos, si dejamos de verlos durante periodos muy largos, dependiendo de las experiencias de vida hayan vivido, pues los amigos no son eternos en esta vida, y que a medida pasa el tiempo muchos de ellos se apartan de nuestro camino, ya que vamos cambiando al paso del tiempo.
Necesitamos hacer amigos porque somos seres sociales, requerimos del otro  para compartir nuestros logros, nuestros fracasos, nuestras alegrías, etcetera, sin ellos, estas  carecen de sentido, para ser mirados, ser escuchados o ser queridos. Nuestro primer contacto con el mundo es la familia y precisamos  de ella para sobrevivir, pero al ir creciendo empezamos a escoger libremente a otras personas que llamaremos amigos. Muchas veces son  ellos, más que la familia,  quienes nos asisten en la vejez que tarde o temprano nos llegara.


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