lunes, 14 de marzo de 2016

LA MUJER Y SU HERENCIA FRANQUISTA 2

 Esta educación que defiende la diferenciación, se basa en: SEPARACIÓN DE SEXOS FEMINIZACIÓN DE LA ENSEÑANZA Esto es así por considerar que ambos desempeñas diferentes papeles en la sociedad, por tanto hay que educar a cada uno a lo que puede aspirar. “así se pueden impartir las clases de forma adecuada para cada sexo”. Obviamente para los niños había un maestro y para las niñas una maestra. ¿Porque es así la educación? La razón se encuentra en que el nuevo régimen después de la guerra Civil quiere recuperar la Patria, por quedar tras esta guerra sin personas ni ideales que fueron atacados por las ideologías “disolventes” de la República. El periodo que dura el régimen hace que dure esta situación. “la Ley de Enseñanza Primaria permanecerá en vigor hasta 1970”
 La mujer, preocupada por su desarrollo cultural y profesional, será definida como poco femenina. Si en la etapa republicana se había aumentado el acceso de las mujeres a la educación secundaria y a la Universidad, habían desempeñado profesiones como la abogacía o la medicina, habían sido parlamentarias, escritoras y periodistas, conformando un modelo de mujer que pensaba, discutía, ejercía una profesión y votaba, es decir, habían completado su formación personal e intelectual .
 La Iglesia católica coincide en la condena a las mujeres independientes y críticas, planteando que frente a las mujeres Bachilleres, presuntuosas y sabias, deben formarse amas de casa, expertas en la práctica de su papel tradicional. El jesuita Herrera Oria condena la supuesta intelectualización de las mujeres y el abandono de sus papeles tradicionales y sugiere, además, una condena a una problemática corresponsabilidad en las tareas domésticas.
 Diferenciación de sexos en asignaturas comunes- por D. Manuel Castillo Se separa porque los objetivos a alcanzar son diferentes. Por ello hay programas distintos en Formación del Espíritu Nacional, ya que los hombres requieren una formación para la vida política pública y las mujeres para la familiar. La educación física, se enfoca para la formación de soldados en hombres, y en mujeres para formar amas de casas competentes. La música en ellos para el espíritu patriótico y en ellas sólo por cultura.
 En el campo de la Educación Física puede observarse que mientras en los hombres se trataba de una auténtica formación premilitar, en la que predominaba la resistencia física para la batalla, La de las mujeres se encaminaba a conseguir que fueran sanas, eficaces y bien preparadas para las continuas maternidades; rechazando aquellos ejercicios que pudieran acrecentar su masculinidad.
 La música solo la cursaban alumnos pequeños, reduciéndose la enseñanza tan sólo al aprendizaje de himnos y marchas militares. Sabiendo también marcar el paso militarmente. Las mujeres disponían de un abanico de posibilidades más amplias, pero sin menospreciar las marchas e himnos. En general en todas las materias se profundizaba en la virilidad del hombre y en las cualidades femeninas de las mujeres.

Algunas ideas… Catalogan el Bachillerato como escasamente adecuado para la mente femenina, mucho menos propio será la formación universitaria. La labor de las divulgadoras rurales, con formación de enfermeras y asistentes sociales, que en los barrios marginales y en las zonas rurales se encargaban de proporcionar a las madres conocimientos teóricos y prácticas de puericultura. Mujeres para Dios, para la Patria y para el hogar, es decir, cristianas, decentes, patrióticas y perfectas amas de casa
 EL AMBITO FAMILIAR
 El Estado franquista y la Iglesia materializaron sus intereses sobre la sociedad, de la que trataban de obtener el consenso, a partir de su dedicación al tema familiar. Tanto para uno como para otra, la familia era la depositaria de la ideología patriarcal y autoritaria, centro de los valores cristianos. Dentro de ella, la mujer-esposa-madre constituía el eje de esta estructura, cuyo mantenimiento se convertía en su papel fundamental.
 El prototipo de mujer, el modelo femenino que encajaba con esta misión será presentado por la jerarquía eclesiástica de la siguiente forma: debía ir convenientemente vestida, es decir, con mangas largas o al codo, si escotes, con faldas holgadas, para no concentrar atenciones indebidas. La ropa no podía ser corta ni tampoco se debía transparentar. Cuando se trataba de mujeres jóvenes, éstas no debían salir solas a los espectáculos o ir acompañadas por personas de sexo opuesto, a no ser que fueran parientes. Todo ello unido a una intensa práctica religiosa y a un objetivo claramente hogareño, del que sólo era apropiado desviarse momentáneamente por las circunstancias concretas del trabajo al que las mujeres se iban incorporando durante estos años. Esta era, además, el modelo de mujer española, explotado hasta el agotamiento.
 MODA
 También se puede conocer la forma de vestir de la clase popular y la burguesía de la época a través de diversas imágenes Dentro de este primer periodo se exhiben algunas fotografías de cantantes, escritoras o actrices, como María Guerrero o la soprano María Barrientos, y otras imágenes en las que se puede ver el protagonismo que va adquiriendo, poco a poco, la mujer en la sociedad española. Entre otras están la primera mujer ingeniero industrial y la primera mujer española con título de piloto.
 De 1940 a la Democracia Continuando el recorrido histórico que propone la muestra “Vestidas para hacer Historia”, se pueden ver imágenes de los primeros años del franquismo. -A medida que se va avanzando por el recorrido de la exposición, puede apreciarse, a través de las instantáneas, el cambio que sufrió España en cuanto a su manera de pensar y actuar. -La moda tomo relevancia en los años 60 como podemos ver aquí a jóvenes subidas a un descapotable presentando la moda Pop Art.
-En el último periodo histórico se muestran fotografías de señoras con faldas cortas, pechos desnudos, etc., como ejemplo de la liberación sexual vivida en España. -La exposición termina con imágenes de mujeres que muestran la realidad actual.
Los tratados de moral seguían dividiendo el cuerpo de la mujer, como en la Edad Media, en tres partes, según su “honestidad”.
Huelga decir que las partes honestas eran sólo las manos, los pies, la cara y los brazos hasta el codo. El resto del cuerpo femenino era menos honesto, como la parte superior del brazo, o rotundamente deshonesto, como el pecho y el vientre. Había que evitar no sólo el pecado, sino hasta su posibilidad, es decir, las ocasiones del mismo. Entre ellas estaban, por ejemplo, el baile agarrado, ir del brazo los novios, el beso, el bañarse en las  piscinas que no hubiera separación de sexos o la simple lectura de una novela: La mejor es buena para echarla al fuego, decía un libro de formación moral para las jóvenes.”
En la posguerra se promulgaron las llamadas “Normas de Decencia Cristiana “que intentaban transformar la faz de nuestra sociedad hasta extremos ridículos: Las chicas de Coros y Danzas de la Sección Femenina tuvieron que colocarse pantaloncitos debajo de las faldas para bailar; breves escotes, medias incluso en verano y en las iglesias porque ir sin ellas era signo de desnudez, mangas hasta el puño y vestidos amplios eran los signos reconocidos de decencia. Los prelados, obsesionados por “la moral de la pantorrilla “fijaron la longitud de las faldas y mangas en sus diócesis,  considerando impúdicas las mangas que no llegasen hasta el codo, los pantalones que dejaban desnudos los muslos de los niños y haciendo preceptivo el uso del velo que cubría la cabeza de las mujeres en las iglesias.
Sobre el baile…
Las citadas normas de decencia, promulgadas en 1950, eran inflexibles con el “baile agarrado” que nunca incluía el baile regional o folclórico sino los llamados “modernos”.
El baile era considerado como uno de los más mortíferos inventos de Satanás y un serio peligro para la moral cristiana: No hubo obispo que no escribiera una pastoral contra el baile y en 1950 dictaminaron que “la prensa que desee ostentar el título de católica no puede anunciar bailes ni salas de fiesta”. El cardenal Segura, arzobispo de Sevilla, prohibió el culto en los pueblos en que se bailaba agarrado, aunque fuera en las fiestas y amenazó con suspender en sus funciones a los sacerdotes que absolvieran a los que bailaban; se hicieron famosos los carteles disuasorios  e incluso un teólogo publicó un libro tras estudiar durante veintitrés años el problema del baile en el que argumentaba que baile agarrado y, sobretodo el tango, sustituían a las casas de prostitución. 
Y todo esto era así y así se enseñaba a las mujeres hace 70 años. No ha sido hace mil años ni en ningún país islámico o de Asia. Todo esto pasó en España y lo vivieron Nuestros Padres y Abuelos.

Realmente de TERROR…


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