Esta educación que
defiende la diferenciación, se basa en: SEPARACIÓN DE SEXOS FEMINIZACIÓN DE LA
ENSEÑANZA Esto es así por considerar que ambos desempeñas diferentes papeles en
la sociedad, por tanto hay que educar a cada uno a lo que puede aspirar. “así
se pueden impartir las clases de forma adecuada para cada sexo”. Obviamente
para los niños había un maestro y para las niñas una maestra. ¿Porque es así la
educación? La razón se encuentra en que el nuevo régimen después de la guerra
Civil quiere recuperar la Patria, por quedar tras esta guerra sin personas ni
ideales que fueron atacados por las ideologías “disolventes” de la República.
El periodo que dura el régimen hace que dure esta situación. “la Ley de
Enseñanza Primaria permanecerá en vigor hasta 1970”
La mujer, preocupada
por su desarrollo cultural y profesional, será definida como poco femenina. Si
en la etapa republicana se había aumentado el acceso de las mujeres a la
educación secundaria y a la Universidad, habían desempeñado profesiones como la
abogacía o la medicina, habían sido parlamentarias, escritoras y periodistas,
conformando un modelo de mujer que pensaba, discutía, ejercía una profesión y
votaba, es decir, habían completado su formación personal e intelectual .
La Iglesia católica
coincide en la condena a las mujeres independientes y críticas, planteando que
frente a las mujeres Bachilleres, presuntuosas y sabias, deben formarse amas de
casa, expertas en la práctica de su papel tradicional. El jesuita Herrera Oria
condena la supuesta intelectualización de las mujeres y el abandono de sus
papeles tradicionales y sugiere, además, una condena a una problemática corresponsabilidad
en las tareas domésticas.
Diferenciación de
sexos en asignaturas comunes- por D. Manuel Castillo Se separa porque los
objetivos a alcanzar son diferentes. Por ello hay programas distintos en
Formación del Espíritu Nacional, ya que los hombres requieren una formación
para la vida política pública y las mujeres para la familiar. La educación
física, se enfoca para la formación de soldados en hombres, y en mujeres para
formar amas de casas competentes. La música en ellos para el espíritu
patriótico y en ellas sólo por cultura.
En el campo de la
Educación Física puede observarse que mientras en los hombres se trataba de una
auténtica formación premilitar, en la que predominaba la resistencia física
para la batalla, La de las mujeres se encaminaba a conseguir que fueran sanas,
eficaces y bien preparadas para las continuas maternidades; rechazando aquellos
ejercicios que pudieran acrecentar su masculinidad.
La música solo la
cursaban alumnos pequeños, reduciéndose la enseñanza tan sólo al aprendizaje de
himnos y marchas militares. Sabiendo también marcar el paso militarmente. Las
mujeres disponían de un abanico de posibilidades más amplias, pero sin menospreciar
las marchas e himnos. En general en todas las materias se profundizaba en la
virilidad del hombre y en las cualidades femeninas de las mujeres.
Algunas ideas… Catalogan el Bachillerato como escasamente
adecuado para la mente femenina, mucho menos propio será la formación universitaria.
La labor de las divulgadoras rurales, con formación de enfermeras y asistentes sociales,
que en los barrios marginales y en las zonas rurales se encargaban de
proporcionar a las madres conocimientos teóricos y prácticas de puericultura.
Mujeres para Dios, para la Patria y para el hogar, es decir, cristianas,
decentes, patrióticas y perfectas amas de casa
EL AMBITO FAMILIAR
El Estado franquista
y la Iglesia materializaron sus intereses sobre la sociedad, de la que trataban
de obtener el consenso, a partir de su dedicación al tema familiar. Tanto para
uno como para otra, la familia era la depositaria de la ideología patriarcal y
autoritaria, centro de los valores cristianos. Dentro de ella, la
mujer-esposa-madre constituía el eje de esta estructura, cuyo mantenimiento se
convertía en su papel fundamental.
El prototipo de
mujer, el modelo femenino que encajaba con esta misión será presentado por la
jerarquía eclesiástica de la siguiente forma: debía ir convenientemente
vestida, es decir, con mangas largas o al codo, si escotes, con faldas
holgadas, para no concentrar atenciones indebidas. La ropa no podía ser corta
ni tampoco se debía transparentar. Cuando se trataba de mujeres jóvenes, éstas
no debían salir solas a los espectáculos o ir acompañadas por personas de sexo
opuesto, a no ser que fueran parientes. Todo ello unido a una intensa práctica
religiosa y a un objetivo claramente hogareño, del que sólo era apropiado
desviarse momentáneamente por las circunstancias concretas del trabajo al que
las mujeres se iban incorporando durante estos años. Esta era, además, el
modelo de mujer española, explotado hasta el agotamiento.
MODA
También se puede
conocer la forma de vestir de la clase popular y la burguesía de la época a
través de diversas imágenes Dentro de este primer periodo se exhiben algunas
fotografías de cantantes, escritoras o actrices, como María Guerrero o la
soprano María Barrientos, y otras imágenes en las que se puede ver el
protagonismo que va adquiriendo, poco a poco, la mujer en la sociedad española.
Entre otras están la primera mujer ingeniero industrial y la primera mujer
española con título de piloto.
De 1940 a la
Democracia Continuando el recorrido histórico que propone la muestra “Vestidas
para hacer Historia”, se pueden ver imágenes de los primeros años del
franquismo. -A medida que se va avanzando por el recorrido de la exposición,
puede apreciarse, a través de las instantáneas, el cambio que sufrió España en
cuanto a su manera de pensar y actuar. -La moda tomo relevancia en los años 60
como podemos ver aquí a jóvenes subidas a un descapotable presentando la moda Pop
Art.
-En el último periodo histórico se muestran fotografías de
señoras con faldas cortas, pechos desnudos, etc., como ejemplo de la liberación
sexual vivida en España. -La exposición termina con imágenes de mujeres que
muestran la realidad actual.
Los tratados de
moral seguían dividiendo el cuerpo de la mujer, como en la Edad Media, en tres
partes, según su “honestidad”.
Huelga decir que
las partes honestas eran sólo las manos, los pies, la cara y los brazos hasta
el codo. El resto del cuerpo femenino era menos honesto, como la parte superior
del brazo, o rotundamente deshonesto, como el pecho y el vientre. Había que
evitar no sólo el pecado, sino hasta su posibilidad, es decir, las ocasiones
del mismo. Entre ellas estaban, por ejemplo, el baile agarrado, ir del brazo
los novios, el beso, el bañarse en las
piscinas que no hubiera separación de sexos o la simple lectura de una
novela: La mejor es buena para echarla al fuego, decía un libro de formación
moral para las jóvenes.”
En la posguerra
se promulgaron las llamadas “Normas de Decencia Cristiana “que intentaban
transformar la faz de nuestra sociedad hasta extremos ridículos: Las chicas de
Coros y Danzas de la Sección Femenina tuvieron que colocarse pantaloncitos
debajo de las faldas para bailar; breves escotes, medias incluso en verano y en
las iglesias porque ir sin ellas era signo de desnudez, mangas hasta el puño y
vestidos amplios eran los signos reconocidos de decencia. Los prelados,
obsesionados por “la moral de la pantorrilla “fijaron la longitud de las faldas
y mangas en sus diócesis, considerando
impúdicas las mangas que no llegasen hasta el codo, los pantalones que dejaban
desnudos los muslos de los niños y haciendo preceptivo el uso del velo que
cubría la cabeza de las mujeres en las iglesias.
Sobre el baile…
Las citadas
normas de decencia, promulgadas en 1950, eran inflexibles con el “baile
agarrado” que nunca incluía el baile regional o folclórico sino los llamados
“modernos”.
El baile era
considerado como uno de los más mortíferos inventos de Satanás y un serio
peligro para la moral cristiana: No hubo obispo que no escribiera una pastoral
contra el baile y en 1950 dictaminaron que “la prensa que desee ostentar el
título de católica no puede anunciar bailes ni salas de fiesta”. El cardenal Segura,
arzobispo de Sevilla, prohibió el culto en los pueblos en que se bailaba
agarrado, aunque fuera en las fiestas y amenazó con suspender en sus funciones
a los sacerdotes que absolvieran a los que bailaban; se hicieron famosos los
carteles disuasorios e incluso un
teólogo publicó un libro tras estudiar durante veintitrés años el problema del
baile en el que argumentaba que baile agarrado y, sobretodo el tango,
sustituían a las casas de prostitución.
Y todo esto era así y así se enseñaba a las mujeres hace 70
años. No ha sido hace mil años ni en ningún país islámico o de Asia. Todo esto
pasó en España y lo vivieron Nuestros Padres y Abuelos.
Realmente de TERROR…
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