jueves, 24 de marzo de 2016

LO IMPORTANTE DE LAS CARICIAS.

 En una obra de teatro, la actriz  Susana Alexander comento que los senos de la mujer fueron modelados para ser acariciados, no para ser exprimidos como si fuesen unas naranjas. Efectivamente años tomo la evolución humana para diseñar unos senos redondos, más que para la función de amantar como los demás mamíferos. Estos son para ser rozados como si se tocara un delicioso durazno.
Para muchas mujeres las caricias son esenciales para alcanzar una satisfacción sexual, ellas reaccionan a los estímulos del tacto, a las caricias suaves o más enérgicas de quien aman. Las relajan y las preparan para hacer el amor, entran en juego las palabras tiernas y dulces, la confianza y el afecto.
Sin embargo, muchas mujeres suponen que los hombres están desinformados sobre sus deseos sexuales y es que para muchos de los hombres su educación sexual ha sido orientada desde la infancia a la prohibición de las caricias, se les ha hecho suponer que las caricias son signos de debilidad o tienen miedo de parecer afeminados.
A algunas mujeres les avergüenza  hablar de sus deseos, sienten que no se saben expresar, o les da miedo ser humilladas si lo platicaran. Y esa necesidad de expresarse es tan importante como las caricias para que ellas se sientan que existen, que son tomadas en cuenta. Lamentablemente estas mujeres se toparon con el estereotipo masculino donde se supone que el hombre no deber tener dudas, ni inseguridades sobre la sexualidad. Se supone que un hombre “verdadero” sabe cómo hacer bien el amor.
 El varón al  privarse de expresar sus sentimientos suponen que lo esencial es el coito y saberlas satisfacer. Encerrados en su estereotipo sexual, toman posesión de la mujer como si fuese un objeto y él es quien disfruta y los dos seres acaban por ser lastimados. Pero hay otros modos de amarse que proporcionan orgasmos, pero que para ellos pareciera inconcebible. Al  hombre se le ha enseñado que el único placer es la penetración.
Si bien muchos varones durante el noviazgo se muestran cariñosos y aún durante los primeros meses del matrimonio es solamente como un preámbulo para tener relaciones sexuales. Con el nacimiento de los hijos estas se hacen cada vez más espaciadas y en privado, según él por respeto a la sociedad y a los críos. Esto fomenta  que a las mujeres se les vayan quitando las ganas de tener relaciones, incluso desear no tenerlas.
Las mujeres sienten placer a lo largo y ancho de la piel, no han olvidado que el tacto es uno de los cinco sentidos. Es sentir con los dedos, con la boca, con el cuerpo, apretar contra sí, abrazar y mimar es un medio de conocimiento y de intercambio con el otro. A veces un abrazo dice más que una carta de amor.
Si viéramos a nuestros progenitores abrazarse y besarse desde niños con dosis de dulzura y pasión,  aprenderíamos a ser más cariñosos con nuestros padres, hijos y pareja.


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