martes, 22 de marzo de 2016

SEXUALIDAD EN DISCAPACIDAD


La sociedad victoriana puso las bases para que las relaciones sexuales fuesen exclusivamente para la reproducción, hasta se tenía que pedir permiso al rey para tenerlas (FUCK, fornication under consent of the King *), las energías empleadas al disfrute sexual debían ser empleadas para el trabajo. De esta forma, la sexualidad se fue orillando al coito y no al disfrute. Además, como señala Michael Foucault todo lo referente a la sexualidad era algo de lo que no se hablaba.
A las personas con cualquier tipo de discapacidad se les empezó a generar la creencia de ser seres asexuados, y más si son niños, (a estos les llegan a considerar  ángeles), anteriormente a los críos que nacían con una discapacidad eran considerados como débiles mentales o retardados mentales siendo su desarrollo más lento en comparación de sus coetáneos, incluyendo su despertar a la pubertad.
Alrededor de estos se generaron prejuicios en torno a su sexualidad que oscilan en los extremos desde creer que por su condición no presentan necesidades de afecto y vida sexual; la “sobre-sexualización “, es decir, que su sexualidad esta exacerbada y no tienen un control, demostrando ciertos comportamientos sexuales en lugares públicos. Y por último, buscar la manera de evitar que tuvieran relaciones sexuales por el temor de transmitir genéticamente alguna lesión a su descendencia.
Tanto los impúberes como las personas adultas, es decir, todas los seres con discapacidad exploran su cuerpo, se interesan por relacionarse con sus compañeros o compañeras, establecer lazos afectivos con su familia y amigos.
En cuanto a los adultos que están  sin movimiento parcial o total de las extremidades. Me hace recordar la novela que en el año 1928 el escritor David Herbert Lawrence escribió “el amante de Lady Chatterley “ (libro que fue prohibido en aquella época por sus escenas eróticas).  Relata la vida de Constanza, una mujer de 23 años casada con sir Clifford, quien durante la I guerra mundial es herido y queda paralitico e impotente. En esa época donde las relaciones sexuales estaban destinadas a la procreación y él sin poder tener una erección, le da permiso a su esposa para que se busque un amante, no sin antes  resolver él sus conflictos de hombría. Ella termina enamorándose del guardabosque, un hombre de modos rudos y apasionado.
Si tan solo ellos hubiesen comprendido que el acto sexual no implica la relación vagina-pene, tal vez hubiesen tenido que explorarse mutuamente para vivir una sexualidad más satisfactoria. Las personas con hemiplejia también experimentan deseo sexual, pero su orgasmo no radica en el pene o la vulva, sino sus sensaciones están distribuidas en el resto de su cuerpo, (para algunos los pezones son orgásmicos), pero también pueden dar placer a su pareja y disfrutarlo. Sin embargo, muchas personas con discapacidad están llenos de dudas y temores, que tanto para ellos como para los demás les  es muy complicado  llevar una relación de pareja,, así que aparte de soportar su estado físico, tiene que soportar el psicológico y su soledad.
Hasta hace unos pocos años, he visto dos películas que plantean esta situación del disfrute en personas con esta discapacidad. Una de ellas “seis sesiones de sexo; con  Helen Hunt y John Hawkes.” y “amigos” una película de Olivier Nakache y Eric Toledano.


*En el siglo XVI la gente se casaba y era permitido tener relaciones sexuales cuando el rey lo permitia.

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