La sociedad victoriana puso las
bases para que las relaciones sexuales fuesen exclusivamente para la
reproducción, hasta se tenía que pedir permiso al rey para tenerlas (FUCK,
fornication under consent of the King *), las energías empleadas al disfrute
sexual debían ser empleadas para el trabajo. De esta forma, la sexualidad se
fue orillando al coito y no al disfrute. Además, como señala Michael Foucault
todo lo referente a la sexualidad era algo de lo que no se hablaba.
A las personas con cualquier tipo
de discapacidad se les empezó a generar la creencia de ser seres asexuados, y
más si son niños, (a estos les llegan a considerar ángeles), anteriormente a los críos que nacían
con una discapacidad eran considerados como débiles mentales o retardados
mentales siendo su desarrollo más lento en comparación de sus coetáneos,
incluyendo su despertar a la pubertad.
Alrededor de estos se generaron
prejuicios en torno a su sexualidad que oscilan en los extremos desde creer que
por su condición no presentan necesidades de afecto y vida sexual; la “sobre-sexualización
“, es decir, que su sexualidad esta exacerbada y no tienen un control,
demostrando ciertos comportamientos sexuales en lugares públicos. Y por último,
buscar la manera de evitar que tuvieran relaciones sexuales por el temor de
transmitir genéticamente alguna lesión a su descendencia.
Tanto los impúberes como las
personas adultas, es decir, todas los seres con discapacidad exploran su
cuerpo, se interesan por relacionarse con sus compañeros o compañeras,
establecer lazos afectivos con su familia y amigos.
En cuanto a los adultos que están
sin movimiento parcial o total de las
extremidades. Me hace recordar la novela que en el año 1928 el escritor David
Herbert Lawrence escribió “el amante de Lady Chatterley “ (libro que fue prohibido
en aquella época por sus escenas eróticas).
Relata la vida de Constanza, una mujer de 23 años casada con sir Clifford,
quien durante la I guerra mundial es herido y queda paralitico e impotente. En
esa época donde las relaciones sexuales estaban destinadas a la procreación y
él sin poder tener una erección, le da permiso a su esposa para que se busque
un amante, no sin antes resolver él sus
conflictos de hombría. Ella termina enamorándose del guardabosque, un hombre de
modos rudos y apasionado.
Si tan solo ellos hubiesen
comprendido que el acto sexual no implica la relación vagina-pene, tal vez
hubiesen tenido que explorarse mutuamente para vivir una sexualidad más
satisfactoria. Las personas con hemiplejia también experimentan deseo sexual,
pero su orgasmo no radica en el pene o la vulva, sino sus sensaciones están
distribuidas en el resto de su cuerpo, (para algunos los pezones son
orgásmicos), pero también pueden dar placer a su pareja y disfrutarlo. Sin
embargo, muchas personas con discapacidad están llenos de dudas y temores, que
tanto para ellos como para los demás les
es muy complicado llevar una
relación de pareja,, así que aparte de soportar su estado físico, tiene que
soportar el psicológico y su soledad.
Hasta hace unos pocos años, he
visto dos películas que plantean esta situación del disfrute en personas con
esta discapacidad. Una de ellas “seis sesiones de sexo; con Helen Hunt y John Hawkes.” y “amigos” una
película de Olivier Nakache y Eric Toledano.
*En el siglo XVI la gente se casaba y era permitido tener
relaciones sexuales cuando el rey lo permitia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario