lunes, 5 de diciembre de 2016

¿SIENTEN PLACER LOS DISCAPACITADOS?


El derecho a la sexualidad, al placer y a la reproducción, sigue siendo un tema que no es fácil de abordar con adolescentes, porque a veces aflora más nuestra pena, nuestra ignorancia, nuestros miedos o como se dice por ahí, “es como darles permiso para que lo hagan” “si no sabían pues ahora les dará curiosidad”. Y suponemos que será más complicado explicárselos  a chicos con discapacidad.
Antes de hablar, conjeturamos que no nos podrán entender algunos conceptos o las sensaciones que lleguen a sentir. Pero al igual  como a cualquier púber, debemos de utilizar un lenguaje simple, concreto y directo. Entre más explicaciones o rodeos les demos será más complicado para ellos entender. Si preguntan algo, es importante aclarar que es lo que quieren saber y porque, para identificar concretamente que es lo que les interesa y no estar especulando sobre sus inquietudes. Esto me recuerda un chiste donde un niño le pregunta a su papa ¿Qué es pene? El padre asustado e inquieto por lo que le enseñan a su hijo en la escuela, corre por las enciclopedias y le da todo un sermón de educación sexual. El padre al ver la cara de asombro de su hijo, le pregunta donde escucho dicha palabra. El pequeño responde que la monja dijo: oremos para que nuestra alma no pene.
Muchas veces los padres suponen que como son niños discapacitados carecen de erotismo. A veces tiene que ver con las ideas que nos dan los médicos o alguna otra persona relacionada quien dice que no serán capaces de aprender o que los vean como ángeles que los envió Dios, la idea es que creemos que la niñez es una etapa de “inocencia”, también está la posibilidad de suponer que tienen una sexualidad exacerbada.  Antiguamente las personas con discapacidad intelectual eran apartadas de la sociedad y se les atendía de manera meramente asistencial o se les recluía en centros de salud. Se sabía muy poco acerca de su desarrollo y mucho menos de su actividad sexual. Bajo la lupa de la moralidad se suponía que carecían de deseo sexual. Sin embargo, debemos tener en cuenta que el placer siempre estará presente en cualquier persona y a cualquier edad, la sensación de ser tocados como fuente de goce surge desde el nacimiento. Muchas veces suponemos que cuando un niño llega a la adolescencia es el momento preciso para que se le hable de la sexualidad, cuando en realidad  comienza desde pequeños,  como son las diferencias entre el cuerpo de hombre y mujer. De esta forma, la curiosidad por el sexo empieza en los niños a edades muy tempranas; recordemos como nosotros cuestionábamos lo que veíamos entre nuestros padres o en los medios de comunicación y lo que sentíamos en nuestros  propios cuerpos llenos de averiguación.
Es importante no centrarse en la genitalidad como la única forma de sentir, un abrazo, un beso, hasta tocar los lóbulos de la oreja puede ser erótico para cualquier persona. Sin embargo, algunos  hijos van descubriendo poco a poco sensaciones placenteras en sus genitales ya sea con frotarse en el piso o con algún peluche y suelen hacerlo ya sea en privado o exhibirse ante público. Esto último suele incomodar a los padres, por lo cual es importante enseñar al hijo que esas conductas no puede hacerlas frente a otras personas, sino en la comodidad de su recamara o baño.
Muchos padres tienen miedo a que otras personas se acerquen a sus hijos y los puedan maltratar, violentar incluso que puedan abusar sexualmente de ellos. Pero esta sobre protección no es de mucha utilidad, lo mejor es explicarles, hablar con ellos directamente de cómo cuidarse, que se siente, que deben y que no deben  hacer, así les damos herramientas para que se protejan, ya que el no comentarles es dar la oportunidad que otros se aprovechen de ellos.

Para que disfruten su sexualidad es importante que tengan una guía pues  tienen el derecho de vivir una sexualidad plena en libertad.

martes, 18 de octubre de 2016

El reto de educar un hijo con discapacidad.

Cuando vemos a alguien en la calle con alguna capacidad diferente solemos pensar: ¡Pobre gente! ¡Qué mal plan! o tal vez cruce por nuestros pensamientos ¿qué pasaría si yo o alguien de mi familia fuese discapacitado? ¿Qué haríamos en su lugar?
Muchas madres reportan que al enterarse de la discapacidad de su hijo, viven  un momento muy doloroso. En realidad empiezan a pasar por un periodo de duelo, en la cual suponen que eso no es verdad, que podrán encontrar al médico o remedio que podrá “curar” a su crio. En algunos momentos podrán sentir ira, culpa y frustración. Hacen mención que les molesta la manera tan insensible que tienen los doctores en darles la noticia, ya que sentencian a sus hijos a vivir como vegetales, diciéndoles que no podrán caminar, hablar, incluso que tendrán que estar todo el tiempo con ellos. Algunas veces los galenos ni siquiera les comentan sobre la salud y son ellas mismas las que con el crecimiento comienzan a notar que su hijo no está avanzando al mismo ritmo que otros niños de la misma edad.
A veces se presentan convulsiones o alguna enfermedad que origina grandes daños al cerebro del bebé y entre el trajinar con los especialistas para tener una serie de opiniones, muchas veces contradictorias entre ellas mismas. Pasan tiempo sin ser atendidos y ni siquiera los canalizan a alguna institución que los pudieran ayudar. “No tienen el derecho de decirnos que nuestro hijo crecerá como un vegetal,  que no aprenderá. No al menos de ese modo tan radical.” Eso ya nos limita para su educación.
Algunas mujeres afortunadamente responden con coraje ante ese panorama tan desalentador que lo toman como un reto para demostrar que su hijo si será capaz de aprender y ser autosuficiente.
Si bien es cierto que el mundo les cambia a estas mujeres, pues durante su embarazo nunca imaginaron que tendrían que enfrentarse a una situación así y también ven rotas todas las ilusiones que se formaron durante la gestación.
El periodo de la culpa puede ser gravoso. Lamentablemente es un momento que la pareja y en especial la mujer tiene que vivir. Vienen a florecer muchas dudas y culpas. Ella se pregunta qué hizo mal y busca cualquier evento para relacionarlo con su hijo. El padre culpabiliza a la madre por falta de cuidados o a su familia de posible herencia genética y ello puede llevar al divorcio. En fin, se busca a cualquiera para señalarlo ya sea a los médicos, a las enfermeras, al eclipse, a una planta, en fin, es la búsqueda de alguna explicación ante esto. Y es que socialmente se tiene la idea que tenemos que ser perfectos, la familia perfecta, los hijos perfectos, hasta en el embarazo la madre plantea una vida perfecta para sus hijos. También se tiene la esperanza que algún día sanara como por arte de magia.
Es importante buscar apoyo psicológico, en especial la madre para valorarse como mujer  y eliminar esos sentimientos de culpa. Despejar sus dudas. También es válido que solicite ayuda con la familia aunque sea en periodos cortos, puesto que aparte de darle un respiro a ella, promueve establecer vínculos afectivos con el pequeño. Igualmente buscar redes de apoyo con otras mujeres que están pasando por una situación semejante.
A continuación dejo unos vínculos que pueden ser de utilidad.
Todos en Cree-cimiento, I.A.P. www.fundacioncreecimiento.org. /www.sumat.mx
http://www.comunidadiap.org.mx/index.php/iapsumadas/238

No eres culpable de la discapacidad de tu hijo.

Algunas personas nacen con una discapacidad. En otras la inhabilidad se desarrolla con el tiempo. Otras la sufren repentinamente, debido a un accidente o una enfermedad. Sin embargo, no es posible prevenirlas. Algunos bebés  progresan de una forma diferente en la matriz y nadie sabe por qué. A estas limitaciones físicas y mentales que se desenvuelven antes de que nazca el bebé se llaman “malformaciones congénitas”. Se cree que estas últimas se deben a condiciones nocivas en la vida de la mujer o del hombre, como pudiera ser la mala alimentación, exposiciones a sustancias toxicas en el ambiente, no recibir buena atención de salud, en los cuidados en el embarazo, parto y post-parto, en fin, son muchos los factores que pudiesen haber influido.
Se sabe que algunas imposibilidades se heredan, como por ejemplo, la atrofia muscular espinal y la distrofia muscular (enfermedades de los músculos y los nervios). También se pueden presentar el síndrome de Down, algún tipo de autismo o cualquier otra, sin embargo, la mayoría de estas no son hereditarias. Hay que dejar bien claro que en la mayor parte de los casos, los padres de este bebé no hicieron nada que causara tal invalidez, por lo tanto, no hay porque culparlos.
Los expertos aún no están seguros de cuáles son los orígenes  de los diferentes síndromes. Lo más seguro es que haya causas múltiples en vez de sólo una. Estarían involucradas un número de circunstancias diversas, que incluyen factores ambientales, biológicos y genéticos, los que sientan las bases para que hagan que un niño/a sea más propenso a padecer algún tipo de trastorno.
 En algunos lugares, los prejuicios y las ideas equivocadas sobre este tipo de personas son parte de las costumbres y creencias de la gente. Por ejemplo, suelen pensar que tener un hijo con algún síndrome es por haber cometido algún pecado o que hicieron algo que no debían, como ver un eclipse, tomarse una pastilla, no haber deseado al crio, incluso suponer el haber sido infieles. Por lo general, la gente culpa a la madre, pero ella nada tuvo que ver con la discapacidad y por otro lado, no sirve de nada buscar un culpable, lo realmente importante es el tipo de atención que pueda recibir. Sin embargo, la gente usa los prejuicios para justificar las burlas, críticas y discriminaciones en contra de cualquier persona que sea ‘diferente’. Hay quienes piensan que una persona con capacidades diferentes es un mal augurio, pero esto no implica que sea  un castigo, tampoco es contagiosa ni se debe a brujería o maldiciones.
En el caso de los menores de edad es importante tener una asistencia temprana, pues en los primeros años de vida se desarrollan más fácilmente las habilidades físicas, mentales, sociales y de comunicación que en cualquier otra etapa de la vida.

En el caso de los adultos que por accidentes o enfermedad pierden habilidades o atrofias  en cuanto a la comunicación, movilidad, memoria, etcétera, también es importante la atención lo más pronto posible,  aunque los lugares son escasos  donde la brinden, pues generalmente la ayuda está más orientada a infantes, quienes cuentan con grandes centros de atención.  

miércoles, 7 de septiembre de 2016

EL CARIÑO NO SE IMPONE, SE GANA.

[Ahora que soy adulta, he llegado a la  conclusión de haber sido una hija no deseada, que fui una carga para mi madre. De pequeña nunca comprendí porque me abandonaba, me insultaba tanto y me rebajaba como persona.
Desde muy chica me responsabilizo  de mis hermanos menores, debía yo cuidarlos, darles el biberón, cambiarles el pañal, mi juego era estar con ellos. Nunca tuve una muñeca, tan solo mis hermanos, para los cuales fui una madre. Sufrí mucho en la primaria y secundaria por solo tener un solo apellido, mis compañeros se burlaban, no tuve el valor de comentarle a mi madre que me decían bastarda u otros insultos, por temor a que ella me regañara o me pegara.
Cuando llego el momento para inscribirme a nivel preparatoria, me dijo “como no tienes padre no podrás seguir estudiando, dime ¿quién te va a pagar los estudios?  “Siempre me decía que las mujeres no debían estudiar”. Me creía todo lo que me decía, pues yo la veía “grande”, la percibía como una mujer fuerte que podía hacer muchas cosas. Le creí bastantes de sus mentiras y sus humillaciones, hasta la idea de que las mujeres no somos para el estudio sino para la casa, sentenciando que de ella dependía que yo no terminaría nunca una carrera. Así que dije adiós a mis sueños de estudiar y me dije aunque sea “Belleza” y de esa forma puede estudiar secretariado, que fue en lo que trabajé.
Actualmente mi madre está muy enferma y me cuesta mucho irla a cuidar, mis hermanos me exigen pero evito ir lo más que puedo. Platicando con ellos me doy cuenta que no solo a mí me maltrataba de niña. Ahora que soy adulta me duele la situación que viví y me hace sentir triste. Ahora me digo “No porque sea mi madre debo de cuidarla, si no siento amor por ella”. ]
Es difícil comprender que puedan existir madres que no quieran a sus hijos, sobretodo en una sociedad patriarcal como la nuestra. Ya que socialmente creemos que existe un “instinto maternal” donde la mujer debe brindar un amor incondicional y automático, que no se agota y todo acepta. Sin embargo, en la realidad esto no siempre es así. Hay madres que se separan de sus hijos porque se sienten privadas de su libertad. Un embarazo no planeado puede romper cierta comodidad en la relación de pareja y de esta forma, un hijo puede significar una frustración a un estilo de vida o un rompimiento de sus sueños.
Independientemente de  las cuestiones de parentesco,  es indispensable establecer buenas relaciones afectivas entre los miembros de la familia para generar sentimientos de cariño. El amor se construye con la convivencia, se cimienta día a día con el trato, con amabilidad, con ternura, en el preocuparse por el otro, darse ese vínculo amoroso que si no está el otro  lo extraño.
Es lógico suponer que no se sienta cariño por una persona que nos ha maltratado en la infancia, donde no hay grandes recuerdos con muestras de cariño de la madre, ni siquiera un recuerdo de un abrazo o de una palabra de aliento, al contrario, sentimientos de abandono y maltrato.
 No es necesario amar  a los hijos o a los padres tan solo por razones de parentesco, pero al menos respetarlos, como sería con cualquier ser humano.


lunes, 1 de agosto de 2016

¿Porque existen seres humanos que por su egoísmo promueven tanto dolor, para sus congéneres?

Hace poco que fui a desayunar con mi prima Silvia y me comento que si sabía que había ganado un cortometraje chileno el “Oscar”, le respondí que no había podido ver la entrega. A lo que ella me relato lo siguiente:
<Días después  de la última entrega de los "Oscares" me enteré por mí hermana menor que estaba nominado un cortometraje chileno, cuyo director era el primo de un amigo de nuestra infancia, por alguna razón olvidé ver la transmisión del evento y la suerte del cortometraje. Cuál sería mi sorpresa enterarme días después que el cortometraje fue el ganador y que el director  se llamaba Gabriel Osorio.
¡¡¡Ohhhh!!!  Cuántos recuerdos de mi niñez y mi adolescencia vinieron a mi mente............ El 11de septiembre de 1973, ya entrada la tarde llego a nuestra casa mi padre con lágrimas en los ojos, diciendo que había muerto Salvador Allende, a quien admiraba por compartir sus ideales de izquierda, este suceso trajo como consecuencia  que muchos chilenos simpatizantes de este presidente fueran acogidos por el Gobierno Mexicano, ya que sus derechos humanos eran violados constantemente por el gobierno militar que asumió el poder y su vida corría peligro.
Así conocimos, a los Valenzuela, los Osorio, a María Velia García, los Cazares, los Cerecero, los Munita y muchos otros cuyo nombres no recuerdo.
En particular estrechamos lazos con una familia, Lucho, Maffi, Nano, Payi, Polo y Jorgito Osorio. Como olvidar aquellas vacaciones en la "Grilla Roja" en Yautepec Morelos, nadando en el río, o en las albercas de los balnearios, las múltiples ocasiones en que partimos juntos la rosca de reyes, las deliciosas empanadas chilenas, el mole oaxaqueño, el charquican y tantas comidas tradicionales de nuestros países.
 Lo divertido que fue viajar a Huajuapan de León Oaxaca, al rancho de Iván Olea, fuimos un ejército en aquella ocasión,  los Osorio, mi tío Fernando y su familia, mi primo Fernando Espinosa y nosotros, viene a mi mente, que ese día fuimos muy temprano por ellos y se tardaron en salir, cuando subieron al autobús, nos comentaron que al ir a tocar su puerta fuertemente los pequeños se asustaron y se escondieron debajo de la cama, pues se asustaron y recordaron cuando los militares entraron a la casa allá en chile. Durante el camino fuimos jugando y cantando. Es placentero recordar como salimos corriendo de un casco de hacienda abandonado, que fuimos a visitar porque un enjambre de avispas nos ataco.
Con ellos también compartimos un momento muy doloroso, la muerte de mi padre, unos meses después de este acontecimiento, llego a México, proveniente de Inglaterra, el tío de nuestros amigos, porque el frío de este país, le estaba afectando, Leopoldo Osorio, mejor conocido como Don Polo.
Por fin tendríamos, el gusto de conocer al Tío Polo que fue Secretario Particular de Salvador Allende, que estuvo preso en la cárcel pública de Chile. Don Polo que durante el último año de mi preparatoria me enseñó inglés, compartiendo con él amenas conversaciones.
El mismo Don Polo que hoy inspiro a su nieto a hacer un cortometraje de 9 minutos de duración, "Bear Story", en él se muestra la brutalidad con la que un oso es arrancado de su seno familiar y es llevado a un lugar en el cual no  quiere estar,  teniendo tantas emociones encontradas tristeza, angustia, pena y por otro lado mantener la esperanza y la entereza para reencontrarse con sus seres amados. Y justo  en el momento en que puede reunirse con ellos, ellos no están. Esto es lo que vivió  Don Polo, cuando regreso de su exilio, su hijo había muerto, el padre de Gabriel.
Cuántas de estas historias nos podrían contar los protagonistas  de la época en que las dictaduras militares gobernaron en Sudamérica, cuantas historias podríamos escuchar de los miles de refugiados que han estado en el exilio en el mundo,
¿Porque existen seres humanos que por su egoísmo promueven tanto dolor, para sus cogeneres?
Hoy desde mi particular percepción de la vida, creo que se ha hecho justicia con "Don Polo" y quizá con él a tantos chilenos que sufrieron como él durante el gobierno de Pinochet.>

La historia animada “bear story” del chileno Gabriel Osorio, ganó dos premios y relata la historia de un oso que recuerda cómo fue su vida antes de su captura por un circo que lo mantuvo prisionero. https://www.youtube.com/watch?v=-sUYg7WZSqc

viernes, 29 de julio de 2016

¿A PARTIR DE QUE MOMENTO SE COMIENZA UNA AMISTAD?

“Nadie podría ser feliz sin amigos” Aristóteles
Desde el  primer momento que existe una empatía por una persona y, después de un breve periodo de convivencia, se da uno cuenta que se tienen algunos sentimientos o intereses en común hacia la otra persona. A partir de ahí, se puede empezar a sentir  una necesidad de conocerse más entre si. Un deseo mutuo de compañía y probablemente un lazo común de algún tipo. Por ejemplo: el amor a los animales, a los deportes, a la música, la lectura, etc., tener un mínimo de sentimientos compartidos son necesarios para iniciar una amistad.
Algunas personas tienen la costumbre de decirle amigos a todo el mundo, como lo es a la persona que acaba de ser presentada.
Pero la amistad requiere de convivencia y el convivir requiere tiempo. De esta forma, los miles de amigos que circulan por las redes sociales no cuentan. Como dice Octavio Paz “El amor nace de un flechazo; la amistad del intercambio frecuente y prolongado. El amor es instantáneo; la amistad requiere tiempo”.
Habrá que  entender que hay muchas relaciones humanas muy buenas y muy necesarias pero que no es amistad, por ejemplo; Las relaciones entre padres e hijos donde no hay una reciprocidad completa, puesto que el padre siempre proveerá más al hijo y estará más al pendiente de su vida social. La relación de compañeros que solo comparten algunos aspectos del trabajo. Está la de cordialidad como la que se da entre los vecinos; un saludo. La de beneficencia, donde yo ayudo a otros pero no espero que el otro me lo devuelva, es como dar un servicio social. La relación contractual,  yo pago  para que el otro me dé un servicio y que al término de éste, se acaba la relación. Esta la relación de simpatía, me llama la atención, me cae bien, pero solo lo he visto un par de veces.
Más allá de esto, la amistad verdadera involucra un sentimiento compartido de preocupación, un deseo de ver al otro crecer y desarrollarse, y una esperanza mutua de tener éxito en todos los aspectos de la vida. También implica acción: Hacer algo diferente para alguien más sin esperar nada a cambio. Compartir pensamientos y sentimientos sin miedo a ser juzgado o a ser criticado negativamente.
El tiempo y las circunstancias te muestran a los amigos que valen la pena conservar en tu vida. Hay  amigos para toda la vida, según qué tan fuerte han sido los lazos de amistad, que aunque no los frecuentes seguido, tienes la certeza que estarán cuando los necesites.
 Algunos amigos pueden ya no ser los mismos, si dejamos de verlos durante periodos muy largos, dependiendo de las experiencias de vida hayan vivido, pues los amigos no son eternos en esta vida, y que a medida pasa el tiempo muchos de ellos se apartan de nuestro camino, ya que vamos cambiando al paso del tiempo.
Necesitamos hacer amigos porque somos seres sociales, requerimos del otro  para compartir nuestros logros, nuestros fracasos, nuestras alegrías, etcetera, sin ellos, estas  carecen de sentido, para ser mirados, ser escuchados o ser queridos. Nuestro primer contacto con el mundo es la familia y precisamos  de ella para sobrevivir, pero al ir creciendo empezamos a escoger libremente a otras personas que llamaremos amigos. Muchas veces son  ellos, más que la familia,  quienes nos asisten en la vejez que tarde o temprano nos llegara.


EL CAMINO A LA CASA DE UN AMIGO NUNCA ES LARGO

La amistad requiere de un cariño reciproco, es decir, que yo quiera a mi amigo y que él me quiera, pero esto  no es algo que  este pactado, sino que se da libremente, no es una relación obligada ni posesiva, es decir, como no es de mi pertenencia, puede romperse mediante la separación, aunque esta  pueda ser dolorosa. En esta relación como no hay una obligatoriedad, se tiende a perdonar, en algunos casos más fácilmente que a una pareja. De esta forma, al amigo le puedes decir no sé, se me olvido, se me hizo tarde, etcetera., y tal vez no pase nada, no así con la pareja.
En la amistad debe haber respeto y admiración por el otro, porque me gusta cómo piensa o por lo que hace. Sin embargo, consideremos que el amigo no educa, tan solo te puede dar un buen consejo que uno podrá tener el libre albedrío de seguirlo o no, tampoco te pondrá límites.
En la amistad no hay exclusividad, así que se puede tener más amigos, pero siempre habrá algún compañero que te la quiera imponer. Es posible que en una relación  entre más de tres camaradas, por lo menos uno de ellos se sentirá excluido o suponga que los otros dos se frecuentan más. Entre  la amistad se presenta una codependencia, pero no es toxica, pues hay  relaciones toxicas o de dominio, donde no se quiere el bien del otro. Como los narcisistas que más bien usan a los amigos. En el momento que dejas de alabarlo te cambia por otro. No solo debe contar lo que él quiere, sino lo que uno también desea.
Libertad, seguridad, profundidad y liviandad. Es la síntesis perfecta de opuestos que te hace irreemplazable a los ojos de tus amigos. Muchos o pocos, no importa, con todos sabes establecer una relación privilegiada, nunca agobiante. Y con alguno entablas un vínculo más allá del espacio y del tiempo, los aceptas tal como son, lejos de imposiciones, les brindas la posibilidad de conocerse a sí mismos, sin miedo a ser juzgados, tu amistad es de tipo INSUSTITUIBLE
Muchas veces suponemos que los amigos nos defraudan, pero a veces se crean unas expectativas más altas, esto es, esperamos más de ellos. Suponemos que les invertimos mucho tiempo o le apostamos a que nos van a satisfacer todos nuestros vacíos. O bien a veces suponemos que deberíamos o podríamos hacer más por ellos.
Entre amigos debe haber cierta reciprocidad, aunque no hay un compromiso que te forcé a ella,    yo te debo dar algo y tú a mí, pero como no está pactado, es muy borroso, los amigos invitan pero cuando no hay esa reciprocidad se siente uno utilizado.  Como cuando lo buscan a uno porque necesitan algo de ti y después ni un gracias o ¿cómo estás? O bien cuando solo buscan que los invites y te ven como un banco por la capacidad económica. Lamentablemente el dinero se ha vinculado a la ruptura de muchas amistades. Ya que el dinero suele traer las intenciones verdaderas de la gente y las motivaciones, prestarlo puede probar una amistad verdadera. Fallar a la hora de devolverlo a tiempo puede ser una indicación de una amistad en la que no se puede confiar. Un verdadero amigo respetará tu derecho a ser pagado tan pronto como sea capaz de hacerlo. No deberías tener que enviarle recordatorios o pedirles que te paguen el dinero.
Con las amistades se quiere platicar, comentar nuestros sueños, nuestras aspiraciones o tan solo para decir el dolor que nos produce lo que a veces no tiene remedio como la muerte. Decirle que los queremos que los amamos.  El amigo es una escucha distinta a la de los padres o hermanos que se puedan escandalizar de tus actos o ideas, pero el amigo estará ahí presente, es incondicional. A veces nos acompañan sin necesidad de hablar.

Se dice que a la gente madura, generalmente ya no le interesa seguir buscando o hacer nuevas amistades, ya no quiere repetir sus experiencias o sentirse defraudado. Pero necesitamos amigos, para tal vez prevenir la soledad que en la vejez nos alcanzara a todos. Pues algunas veces son los amigos los que nos cuidan en la vejez o cuando estamos enfermos, más que nuestra propia familia, por eso se dice que los amigos son la familia que uno escoge. 

lunes, 4 de julio de 2016

¿TODO HACEN MAL LAS MUJERES ?

Algo muy común  en las sociedades machistas, y que hacemos sin ser consciente de ello, es descalificar los actos de los otros y que la mayoría de las veces tiene que ver con el comportamiento  de las mujeres.
Si algún conductor maneja mal, inmediatamente se piensa “de seguro es mujer”. Sin embargo, las  estadísticas dicen que un alto porcentaje de accidentes automovilísticos son provocados por hombres (1) . Cuando se trata de labores domésticas, la mayoría de los hombres se niegan a hacerlas pues se supone que son prestezas que les corresponden a ellas, y suelen hacerlas parecer como actividades denigrantes.
Para algunos tipos de trabajos, que bajo la lupa de nuestra sociedad se consideran “masculinos”, se da por entendido que la mujer no tiene idea de cómo se hacen las cosas, no fueran labores domésticas pues  se asegura que ellas saben perfectamente cómo se realizan,   desde sacar todo tipo de manchas en la ropa hasta preparar el platillo más sofisticado, como si esas  actividades fueran inherentes a ellas, incluso en los comerciales, cuando se trata de la venta de artículos de limpieza, siempre hay una mujer que los recomienda, como si los hombres solteros nunca hicieran el aseo de la casa o lavaran ropa.  Sin embargo, en algunas sociedades  lo que  nosotros suponemos actividades femeninas son practicadas por hombres.
 En fin, tanto hombres como mujeres tienden a desconfiar y descalificar las conductas de las mujeres, un ejemplo de ello, es que  muchas veces las mujeres prefieren ser atendidas por médicos varones que por mujeres, pues justifican que  un hombre está mejor preparado.
Sin embargo el hecho de descalificar las acciones de otros incumbe a ambos sexos. Descalificamos a otros en alguna tarea, cuando ni uno mismo es  capaz de realizar dicha actividad; por ejemplo,  estacionar un carro, es criticado, cuando el que lo critica  ni siquiera sabe  conducir, pero la finalidad es hacer  sentir mal al conductor. O bien, no dejar que otros tomen sus decisiones, como por ejemplo, cuando una mujer va a comprar algo y su pareja no se lo permite con cualquier argumento que implique hacerla sentir menos. Sencillamente guardando silencio, como si lo que dijo no tuviese importancia. Esto nos hace sentir que no podremos hacer las cosas bien, que somos torpes o que son tan difíciles que nunca las podremos hacer, declinando con ello nuestra autoestima. Nos  crean inseguridades y miedos.
A final de cuentas, lo principal de estos eventos es hacer sentir al otro que vale menos o que es un torpe.  El mensaje es “ yo soy superior a ti”.  Si durante mucho tiempo nos dan esos mensajes terminamos por creer que no somos capaces de realizar cierto tipo de actividades y suponemos que la otra persona es mejor que uno, cuando en realidad,  algunos hemos desarrollado ciertas habilidades diferentes a otras personas.

(1) http://diario.latercera.com/2011/10/01/01/contenido/pais/31-85388-9-estudio-muestra-que-el-74--de-los-accidentes-de-transito-es-protagonizado-por.shtml

A MI NADIE ME VE LA CARA DE ...

Hace tiempo me contó una mujer, que cuando  estaba de moda la canción de mocedades “si yo no te fuera fiel”,  se le ocurrió preguntarle a su novio que le parecía la canción y que pasaría si ella no le fuera fiel. En ese momento él se sintió ofendido y comenzó a culpar la de infidelidad, por más que ella le explicaba que no había tal, que tan solo fue una pregunta, pero seguía recriminándole lo mismo  en cualquier ocasión que se presentaba, hasta que ella decidió terminar la relación.
Otra mujer, me platico que llevaba saliendo 2 meses con un chico y este  le había propuesto ser novios, comento que  él se comportaba como todo un caballero, pero al tercer mes, él le pidió su prueba de amor, ella dijo que le gustaba mucho, que cada vez que la besaba ella sentía que perdía la razón, por lo cual acepto.  Ella expresó que era su primer amor, por lo cual fue su primer experiencia sexual,  así que en el momento de tener relaciones,  pues, “lo disfrute, lo bese por todo el cuerpo e hice todo lo que yo me imaginaba que a él le gustaría, todo era un hermoso sueño”, me entregue totalmente a él, cuando al terminar, él se comportó de mal modo, me empezó a cuestionar  de donde había aprendido hacer lo que hice. Me has mentido, “esta no era tu primera vez”.  ¿Cuántos han pasado antes que yo?  Ella declara: Fue horrible todo lo que me dijo, que yo era una zorra, una mujerzuela. Me sentí culpable de lo que hice, pero fue algo que me nació, ¡me gustaba tanto!.
Existen muchas historias como estas, donde el  varón  dice entre líneas, “A mí nadie me ve la cara”, a mí no me vas a engañar, yo no soy ningún tonto. Pero esta es una estrategia de muchos hombres para mantener su dominio. La idea es infundir miedo y un sentimiento de culpa. Pero atrás de estas  expresiones reflejan un temor  de todo hombre machista a ser descubierto como un ser común.
Para muchos individuos lo mejor es tener el control sobre su pareja y mantener una supuesta superioridad y para ello debe estar siempre en guardia ante cualquier palabra o seña que pueda ser considerada como una falta de respeto hacia él. Dejando en claro que, él es el único que puede opinar y tomar decisiones, los demás son objetos.  Supone que él tiene más derechos que la demás personas.  Él es el único que siente y piensa, los demás ni saben hablar, ni decir lo que piensan, mucho menos sabe cómo hacer las cosas.
El macho siempre estará a la defensiva,  siempre será superior y tendrá la razón. A aceptar que está equivocado es perder parte de su machismo. Así que muchas veces cuando se le contradice, tal vez ni conteste, pues  ni siquiera cuenta con los argumentos  para rebatir, ya que ni a él mismo le queda claro.

COMO APRENDEMOS A COMPORTARNOS

El hombre,  al momento de nacer comienza a aprender las tareas (valores) que existen en el mundo donde le toco vivir a partir de su propio cuerpo.  Toda  sociedad crea reglas y valores que le permiten regular el comportamiento de cada persona para garantizar la subsistencia individual y las va transmitiendo en sus prácticas de crianza. De este modo, desde nuestra forma de caminar, de comer,  hasta nuestros valores, sentimientos, conceptos sociales, la apreciación de las cosas o los juicios de valor de cada uno de nosotros, no es algo que  descubrimos personalmente, antes bien, que corresponden al grupo social al que pertenecemos.
Este grupo social dicta las reglas morales que enuncian lo que “debe ser” y cada uno las interioriza y actúa  de acuerdo con ellas, hasta el punto que en ausencia de otros, procedemos de igual modo. Muchas de esas reglas son importantes para la integración y el poder convivir con otros en armonía.
Durante la vida cotidiana, cuando somos niños aprendemos  valores los cuales en la etapa adulta nos servirán para convivir con las demás personas. ¿Cómo les enseñamos a nuestros hijos estos valores?, pues cuando un hijo rompe algo y se le pregunta quien lo hizo. El menor por temor a ser castigado puede contestar con un “no sé”. Evidentemente no se le cree, y viene el castigo.  Pero si insistiéramos en que  podría evitar la sanción por decir la verdad (promovemos su honestidad) y lo apoyamos para que repare su daño, por ejemplo, que con sus domingos compre lo que rompió y así fomentamos la responsabilidad. Muchas veces el niño se limita a comportarse bien, solo por evitar el escarmiento y no por tener una razón del porque debe serlo. El que los hijos participen en las labores de  limpieza de la casa se les enseña  a ser cooperativo, a la vez que aprende actividades para su independencia.
El niño con los juegos en grupo aprende a ser tolerante, a descubrir que hay reglas. Cuando el hijo no quiere prestar un juguete y le decimos que no sea egoísta, pero le sugerimos  al otro niño  que cuide el artefacto, pues no le pertenece y debe de cuidarlo. Son a través del juego y en las actividades de la vida diaria donde aprendemos cómo comportarnos.
Por lo cual, la formación de hábitos correctos establece una importante senda para el cumplimiento de las primeras normas morales que la sociedad le plantea al niño. Las buenas prácticas higiénicas, de autocuidado, respeto y organización son una premisa importante en la formación de las cualidades morales de la personalidad. Por ejemplo, la cualidad de ser organizado; se desarrolla cuando al niño se le exigen comportamientos concretos, orientados al orden de sus cosas: al niño debe exigírsele arreglar su cama, doblar su ropa, recoger sus juguetes, pero convenciéndolo que es bueno para la casa y para su propio bienestar.

En  actividades cotidianas les trasmitimos valores como; el  respeto hacia las personas en razón de reconocer sus cualidades, así como el respeto por uno mismo, el acto de ser justo y / o equitativo. La responsabilidad, asumir las consecuencias de los actos que uno ejecuta sin que nadie lo obligue o bien, de realizar satisfactoriamente o completar una tarea (asignado por alguien, o creado por la propia promesa) que hay que cumplir. También el valor de la humildad, ser modesto y respetuoso. La reciprocidad y  el agradecimiento,  el reconocimiento de un beneficio que se ha recibido o se va a recibir. Crearles un sentimiento de seguridad en sí mismo; así como también colaborar de manera circunstancial en la causa de otros.  Y lo más importante actuar en  conformidad o en concordancia con lo que se dice con lo que se siente, se piensa o se hace. 

¿SOLTERO IGUAL A CODICIADO Y SOLTERA IGUAL A QUEDADA ?

Las condiciones de vida en la antigüedad hacían que los seres humanos tuvieran que casarse para tener el “complemento” en cuanto a las cuestiones básicas de subsistencia, como eran la alimentación, el aseo personal, la agricultura, la producción de artículos, de ropa, etcetera,   por lo cual, el concepto de soltería era algo impensable. Es por eso que las viudas eran repudiadas por la sociedad, ya que en las familias en que el marido era el único proveedor, la viudez podía hundir a los parientes en la pobreza. Las  viudas y huérfanos se mantenían de las limosnas. Y no era fácil que las viudas se pudieran volver a casar, ya que los varones generalmente contraían matrimonio con féminas más jóvenes que ellos, empeorando la situación de ellas.
La tendencia era casar a los hijos para afianzar economías, ya Federico Engels mencionó que la familia monógama  surgió como una necesidad para la acumulación de capital en una esfera pequeña dentro de un régimen social, donde el amor no importaba, pues eran los padres quienes concertaban las bodas de sus hijos, un ejemplo de ello, es que en la actualidad se siguen usando las famosas dotes. La dote es el patrimonio que la futura esposa o su familia entregan al novio, siendo en muchos casos proporcional al estatus social del futuro esposo. Esta se otorga al hombre quien la administra durante la duración del matrimonio. Como el equivalente a este, todavía en algunas regiones de Europa se ha conservado la tradición del ajuar,  que antiguamente consistía en el conjunto de enseres, muebles y ropas aportados por la familia de la novia.
En los círculos cristianos, donde el núcleo familiar se suele aceptar como el ideal;  los padres tienden a preocuparse para buscar  un buen compañero o compañera para sus hijos, y donde se enseña con frecuencia de una manera tácita que todas las personas normales y bien adaptadas a la vida se casan.  Los solteros son considerados como incompletos o personas sin realizar. Todavía podemos encontrar la pregunta inquisidora de la familia y ¿tú para cuando te casas?. Y hasta   hace algunos años a los jóvenes se les exigía que para salirse de casa tendrían que casarse por el acto religioso y lo civil.
Las opciones  eran: que la gente se casara para salirse de su casa, para no convertirse en una solterona, en una quedada. Para otras, la meta era tener una pareja, sin importar que las  tratase mal y las hiciera sentir menospreciadas. Hasta hace algunos años las personas solteras eran mal vistas, generalmente  se les asociaba con la homosexualidad. Muchas mujeres casadas no se quieren divorciar porque piensan que esa opción es un fracaso en su vida o en otros casos para que sus hijos tengan la “figura paterna”.
Hoy en la actualidad hay jóvenes que siguen solteros y solteras y no forzosamente piensan que para ser felices se necesita  tener una pareja. Ya no se concibe que una mujer soltera pueda ser una amargada. Muchos de estos jóvenes solteros viven y suelen ser mantenidos por los padres.
Al presente tanto hombres como mujeres pueden conocer a través del internet a otros y tener citas, aunque habrá algunas desastrosas, pero que luego se convertirán en chistosas anécdotas. De esta forma se ha presentado más lo que se llama la “coquetería”, el seducir sin llegar a nada o bien el famoso “ligue” que podríamos llamarlo el amor de una noche, donde puede abarcar besos, caricias incluso una relación sexual después de una noche de copas y que al día siguiente hacen como que ni se acuerdan.
Existe un nuevo término “amigovios”  donde la amistad representa un valor superior en los jóvenes y pueden tener relaciones sexuales sin el compromiso del noviazgo.
Hoy por hoy,  los matrimonios por conveniencia van perdiendo importancia pues ya la dote y el patrimonio no interesan y se van perdiendo por las crisis económicas y las parejas trabajan y viven de sus salarios.
En el caso de la gente adulta no escoge la pareja por pasión, sino por compatibilidad, por compañerismo, muchas de las veces cada uno vive en su casa  y en ocasiones comparten la cama o algún hotel.

Es importante entender que las parejas permanecerán juntas mientras dure el amor y que ya no se debe considerar un fracaso la separación por desenamoramiento.  Que el vínculo sea válido mientas sean felices. Algunos jóvenes piensan que: es más inmoral vivir juntos sin amor que separarse en paz.

viernes, 27 de mayo de 2016

AMANTE COMO SER AMADO

Que hermosa palabra, “amante”, que corresponde a la persona amada. Con la que se siente una intensa atracción emocional y sexual, además se desea compartir una vida en común con una persona o bien que se tiene una afición apasionada hacia determinada cosa, como un deporte, la música, actuación, hacia los animales, etcétera.
Así se le debería de llamar a la pareja, pero el término fue utilizado para referirse a una mujer cuyos gastos solventa un hombre en posición acomodada  y ella debe estar a su disposición para brindarle placeres sexuales.  Hoy por hoy, la palabra amante es sinónimo de adulterio y hace referencia a una cariñosa femenina de un hombre que se encuentra casado con otra mujer. Históricamente el hombre ha "mantenido" a su amante aunque bien podría ser al revés.
Los matrimonios eran concertados por los padres para unir fortunas y poderío, por lo cual las  uniones nunca fueron por amor. Ya que el noviazgo no existía, pues la boda la decidían los padres. De esta forma la novia, casi una niña,  no conocía al hombre que sería su amo o administrador.
En los tiempos de los griegos los enamorados eran objeto de burla, pues se pensaba que era una pasión indeseable ya que el hombre perdía el juicio y la autonomía.
Con la llegada de la Edad Media, no cambio mucho este tipo de uniones, seguían siendo los Reyes quienes concertaban las bodas de sus hijos aun antes de que estos nacieran. Las uniones nunca fueron por amor, y solo eran para dar herederos al reino. Por lo cual un rey podía tener numerosas amantes pero tenía una única "amante favorita" o "amante oficial". En las cortes de Europa, especialmente en Versailles y Whitehall durante los siglos XVII y XVIII, una amante tenía mucho poder e influencia, como por ejemplo Luis XV y Madame de Pompadour. Y entre las amantes se hacían intrigas palaciegas y el chisme erótico.
En 1736, cuando Jorge II acababa de ascender al trono, Henry Fielding (en Pasquin) coloca en boca de Lord Place las siguientes palabras, "…pero, señorita, hoy todos mantienen y se es mantenido; actualmente no existe tal cosa como un casamiento, solo contratos de forma, y estos solo para mantener a las familias; pero luego el esposo y la esposa en un santiamén pronto tienen sus mantenidos."
Durante el siglo XIX, una época en que la moral se tornó más puritana, el tener una amante se hizo más prudente, pero por otra parte este recrudecer de la moralidad también producía un mayor deseo en un hombre por conseguirse una amante. Cuando un hombre de una clase superior se casaba con una mujer de igual rango, como era la costumbre, era probable que ella hubiera sido educada en la creencia de que el acto sexual era para la procreación en vez de para la recreación. Algunos hombres por lo tanto recurrían a una amante si querían una compañera femenina que fuera menos recatada.
Durante este sigloXIX, surge el Romanticismo, quienes establecen que el enamoramiento era un requisito esencial para acostarse con una mujer. Que el erotismo sin amor era carente de sentido. Y también aparecen los victorianos que para ellos el hogar es un lugar sagrado, pero la elección de la pareja es de conveniencia. El coito debía ser rápido y la satisfacción de la mujer no tenía importancia. Posibilitando con esto, más la necesidad de buscar una amante.

Actualmente las mujeres casadas, al enterarse que su esposo tiene una amante, van y agreden a la otra mujer, culpabilizándola de destrozar matrimonios; como si fuera una competencia por el dinero y por el macho. Asumen que el hombre no tiene la culpa, sino que es la otra la oportunista en la triada. No contemplan que el marido participo activamente para enamorar a la otra mujer. Como lo plantea Emilio Carballido en la obra dramática “Rosa de dos aromas”, donde 2 mujeres engañadas perpetúan el machismo fomentado, defendido y heredado por la misma mujer y colocando como el peor enemigo de la propia mujer, que difícilmente podría ser su aliada en la defensa de sus derechos como mujeres y no la esperanza de concebir la construcción de la solidaridad ante el reconocimiento de la igualdad. Dos mujeres trabajando juntas por su mutua felicidad y progreso.

miércoles, 11 de mayo de 2016

DEJARSE LLEVAR POR LOS ESTEREOTIPOS

Parecería increíble pensar que en pleno 2015 todavía algunas personas sigan pensando que los colores para vestir a un bebe le puedan influir en su personalidad, pero como se ha consolidado en nuestro país que el color azul es para los niños y el rosa para la niñas. Se teme que sus hijos cambien de preferencia sexual tan solo con vestirlos de colores contrarios.  Pero incluso esto no solo se aplica en los bebes, sino que algunos adultos, en especial los hombres,  evitan vestirse de ciertos colores como el  rosa, comentando: “no vaya siendo que me vuelva homosexual”,  pero es curioso ver que si a las niñas las visten de azul esto no represente ningún “peligro”.  Pero cuando se trata de regalar ropa a un bebe  se suele escoger el color amarillo, para no complicarse.
Y pensar que hasta principios de 1900 estudios indican que el rosa tenía la misma probabilidad de estar asociado con bebés tanto varones como mujeres. Prácticamente fue hasta la Segunda Guerra Mundial que el color rosa fue designado para las niñas y azul para los varones. Anteriormente la vestidura más usada era el blanco, pero mientras que para algunas culturas como la francesa se utiliza el azul para niños y el rosa para las niñas, para otras culturas como la alemana y la belga Católica se  utilizan en forma contraria.
Así mismo se planteó el uso de aretes para las niñas, cuando en la antigüedad muchos pueblos, como los egipcios, asirios, fenicios, etruscos, celtas e iberos usaban los que conocemos con el nombre de arracadas y eran usados indistintamente por hombres o mujeres, aunque se acostumbraba que los varones los llevaran puestos  en una de las orejas.
Cuando se trata de darle juguetes a los niños, a los varones se les brinda los  más agresivos o con mayor libertad de movimiento  como pelotas, carros, bicicletas, pistolas y a las mujeres aquellos que están relacionados  al hogar, (planchas, trastos), muñecas, bebes, maquillajes que incluyen  todo para ser “femeninas o buenas madres”.  No es fácil ver que niños jueguen con muñecas, pues en tal caso, estaría en juego su hombría.
Ninguna de estas actividades hará que los niños o los adultos cambien su preferencia sexual como por arte de magia. Lo que si podemos decir es que son elementos que van separando día con día la convivencia entre los sexos. Remarcando una lucha entre los estos


LA ESPERANZA DEL REGRESO DEL HIJO "DESAPARECIDO"

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Hace tiempo, alguien me pregunto: ¿por qué una madre no acepta la muerte de un hijo cuando éste desaparece y su cuerpo no es encontrado?
Vivir la muerte de un ser querido es un evento doloroso. Significa dejar de convivir con esa persona y es para nosotros una pérdida irrecuperable e irremplazable. Nos llena de tristeza y nos embargan sentimientos de soledad y desamparo.
Aunque sabemos que la muerte es un hecho cotidiano, es un tema que eludimos con frecuencia, a pesar de las festividades anuales el Día de Muertos cada Noviembre mexicano.
Cuando sufrimos la pérdida de un ser querido, que ha estado durante un tiempo considerable hospitalizado, sufriendo alguna enfermedad terminal o bien de una persona anciana; en algunos casos, no resulta tan doloroso, pues para muchos se comenta que “ya era de esperarse” o bien “ya dejo de sufrir”. Sin embargo, en el caso del fallecimiento de una persona que es víctima de un  accidente o catástrofe natural, resulta más doloroso, pues se considera que todavía “tenía vida por delante”.
Cuando nos anuncian la muerte inesperada de un ser querido, comúnmente nos suele pasar que negamos el hecho, no podemos dar crédito a tal aseveración, entramos en un estado de embotamiento de sensibilidad y de negación. Uno se siente aturdido e incapaz de aceptar la realidad. Queremos una explicación y buscamos a los posibles culpables de la muerte.
Los rituales que le siguen a una muerte son básicos para que la elaboración del duelo siga su curso, como pueden ser: el certificado de defunción, el funeral y el entierro. Esto ayuda a que uno tome conciencia de la muerte del ser querido.
Cualquier persona quiere contar con las pruebas palpables de la muerte de un ser querido, pues la noticia en sí misma causa una sensación de incredulidad. Tan importante es ver el cuerpo de la persona amada e identificar su rostro, para poder aceptar su muerte. Es como cuando a una persona le amputan algún miembro de su cuerpo o cuando una mujer sufre un aborto, es necesario ver aquello que se ha perdido, para poder dar crédito del suceso e incluso continuar con los rituales de entierro. Para muchas personas, puede ser un duro golpe seguir en  esa sensación de incredulidad de aquello que estuvo con nosotros y que ya no veremos más. En el caso de un aborto, la madre pensara que su hijo le fue robado.
 Se dice que para una madre la muerte de su hij@ es lo más doloroso e irreparable, pues generalmente ella espera ser sepultada por sus hijos, por ser más anciana que ellos. Consideran que es mucho el dolor del parto, como para que un hij@ se le sea arrebatad@.

En el caso de un@ hij@ “desaparecido”, como no hay un elemento tangible que dé fe de su muerte, los padres de familia se quedan con la esperanza de que siga vivo. En estos casos ni siquiera puede haber un certificado de defunción. Se cuenta que en muchos de los casos de hijos desaparecidos, los padres guardan sus pertenencias y no disponen de ellas, esperando su regreso.

miércoles, 27 de abril de 2016

Cuidado de los ancianos y de los enfermos


Esas situaciones han existido desde hace mucho, tanto que los sesgos y estereotipos de género nos parecen ya casi cosa natural, es decir que las mujeres asuman el rol de cuidadora de niños, enfermos, discapacitados y adultos mayores, como si estuvieran genéticamente destinadas para ello y en consecuencia que los hombres no debieran participar, más al contrario, en su momento los hombres se hacen merecedores de recibir todo tipo de cuidados, como si ellos mismos no pudieran desarrollar conductas compasivas o por lo menos empáticas con sus más cercanos, al mismo tiempo, muchos de ellos se volvieron totalmente inútiles y dependientes por no saber resolver sus más básicas necesidades y cuidados, incluyendo los que tienen que ver con mantener una buena salud, como son alimentación, limpieza, ministración de medicamentos, etc.
No obstante, las nuevas realidades nos obligan a replantear cómo se llevan a cabo estas conductas altruistas y de autocuidado de la salud, queramos o no, nuestra formación y nuestros dogmas nos lo permita o no, a riesgo de vernos rebasados por situaciones que no podamos manejar o que bien podamos manejar mejor y con menos penalidades, desgaste, injusticias y pleitos familiares si asumimos conductas más solidarias y racionales.
La población está envejeciendo y con el aumento de la esperanza de vida también se incrementa la probabilidad de desarrollar padecimientos crónico degenerativos, como la diabetes y la hipertensión, las cuales sin embargo también afectan a la población infantil, pero si bien en el caso de los niños el cuidado es un asunto relativamente resuelto, en el caso de los adultos mayores además de suceder las dinámicas familiares y de género que ya mencionamos estas se agravan porque en ellos los padecimientos adquieren una evolución incierta y se multiplica el riesgo de sus complicaciones.
A ello se debe sumar la creciente saturación e incompetencia del sistema de salud, público y muchas veces también el privado, asimismo las tendencias clínicas recientes que subrayan la importancia de los procedimientos médicos ambulatorios y el auto cuidado a cargo de los pacientes y de sus propios núcleos familiares, todo ello con el fin de aliviar la sobrecarga de los hospitales, donde además los adultos mayores se exponen a contraer infecciones llamadas nosocomiales y sufrir aislamiento, malos tratos y abandono, entre otros.
Es muy sabido que los adultos mayores imploran “déjame morir en mi casa, no me lleves al hospital”. Aun en países desarrollados, donde existen unidades médicas especializadas en cuidados paliativos o últimos cuidados que apoyan a los núcleos familiares cuando se tiene un paciente crónico o terminal, es decir que aquel al que hay que asistir en las secuelas de sus crisis de salud, o bien que ya no se va a curar, la mayoría de los adultos mayores siguen pidiendo eso. Si nos ponemos a pensar quisiéramos pasar nuestros últimos días en donde tenemos nuestros afectos, trato cálido, nuestros libros, nuestra música, todo aquello que forma parte de nuestro propio universo sicosocial, lo que nos da identidad y un lugar en el mundo, así se llega a expresar y no es raro que ello reconforte un poco.
Ahora bien, ¿Qué implica hacerse cargo de un paciente adulto mayor en casa?, bueno aparte de lo obvio que resulta acondicionar, garantizar su adecuada alimentación, aprender a bañarlos, darles o vigilar que tomen sus medicamentos, tomarles la presión y la temperatura, aprender a hacer la diálisis si es un paciente de insuficiencia renal, limpiar su cuarto, valorar sus síntomas, acudir con ellos a sus citas médicas de forma oportuna, etc.
Pues, empezar por el principio, reconocerse a sí mismo y hacer visible al cuidador que se va a encargar de esas tareas, remarcar su papel social y familiar, ser sensible respecto de sus necesidades a partir del rol que decidió asumir, reforzar su decisión con apoyo por lo menos moral, facilitarle la vida pues para que lleve a cabo esa responsabilidad, y si se puede compensar y premiar ese mérito.
Socialmente no está reconocido ese rol, mejor se le da mérito a los futbolistas, artistas, políticos, a los que comparten cosas chistosas o visitas a lugares exóticos y restoranes en el WhatsApp y en el Facebook, por lo mismo cuando el cuidador se tiene que excusar en el trabajo o en sus relaciones sociales por tener que entregarse al cuidado de un paciente, pues no se le entiende, no se le apoya, no se le da permiso, no se le toma en cuenta para que pueda programar su participación en eventos sociales o familiares, se le dice “pues eso te tocó y resuélvelo tu” o de plano se considera que eso no es “cool”.
En consecuencia es importante fomentar la conformación de redes de apoyo, en las que si bien sus miembros no participen activamente, por lo menos si se vuelvan sensibles, “todos vamos para allá” se suele decir, pero en realidad no se toma conciencia para prepararnos a cuidar de nuestros adultos mayores y a nosotros mismos cuando nos toqué esa realidad, a veces hasta ahí llega la “buenaondez” de nuestros amigos, familiares y vecinos, casi a nadie le llama la atención “cuidar a un anciano” ni se quiere enterar de qué se trata, ni siquiera para aprender de ello y usar dicho conocimiento a su favor cuando lo necesiten con sus adultos mayores o consigo mismos.
Otro paso igual de importante es hacer que la figura del cuidador sea neutral al género, si, no importa que seas hombre o mujer, y entonces hay que visibilizar esta parte de la vida privada y cómo se reparten los costos tanto en tiempo, esfuerzo y dinero. No hay de otra, por igual se debe participar en estos cuidados, y si no se sabe cómo pues se debe tener disposición para aprender, no se puede anteponer esa limitación de antemano, sobre todo porque no tiene una base real, está en nuestro imaginario colectivo e individual, en ello hay que pensar que además de ser un deber moral es algo que nos conviene a todos, si aprendemos a que todos dependemos de todos pues tarde que temprano se nos regresará algo del sacrificio que hagamos, por lo menos tendremos la solvencia para pedir ayuda cuando la necesitemos y que se nos ubique como alguien merecedor de ser ayudado, y se pueden sumar apoyos cuando se tiene un antecedente de cooperación y solidaridad cuando hubo un objetivo común, en este caso cuidar al padre o la madre, eso no se paga con ningún dinero ni se compra en la tienda de la esquina ni se improvisa de un día para otro.
Como seres humanos podemos actuar por convicción y hasta por imitación y para ello no es impedimento que seamos hombres o mujeres. Como se verá a continuación, sólo de una forma compartida se puede sobrellevar la carga que representa en tiempo y recursos el cuidado de un paciente adulto mayor y asumir de forma rotativa o alternada el rol de cuidador, pero bien vale la pena cuando se extiende la sobrevida, incluso en contra de cualquier pronóstico y sin “morir en el intento”. Al final nos liberaremos de la cultura ancestral de las culpas si actuamos acorde a nuestros reales sentimientos y afectos, evitamos que luego nos venga confusión y remordimientos como la señora que afuera de urgencias de un hospital llorosa y desesperada decía “ahora si, ahora si, le voy a dar todo, todo, lo que ella quiera”, refiriéndose a su paciente en estado crítico y probablemente desatendida por los familiares.
Ahora bien, siguiendo las pautas de prevención y control médico de los padecimientos en realidad tampoco es tan difícil el cuidado de los adultos mayores, por eso debemos ir a sus consultas con ellos y entender su situación, esto a fin de reducir las visitas a urgencias y escenarios inesperados, comúnmente se dice “los viejitos se mueren de una caída, de una gripa o de una diarrea”, pues así de fácil, se debe procurar no tener ese tipo de descuidos o percances que agraven el curso natural de los padecimientos pre adquiridos que ya tengan, en el extremo opuesto, se debe evitar la sobre protección y hacer que los adultos mayores se hagan dependientes cuando aún no requieren ayuda para vestirse, bañarse, tomar sus medicinas o bien hipocondriacos o hipersensibles.
Lo anterior nos lleva al tema de la relación cuidador-paciente, tampoco se ha estudiado mucho al respecto, y menos se nos ha educado en ello, por lo mismo, por lo pronto cada quien debe encontrar su camino para compaginar los roles de familiar con los de cuidador, nunca olvidar que el adulto mayor aunque esté bajo nuestro cuidado y es circunstancialmente nuestro “paciente”, no deja de ser nuestra madre o nuestro padre.
Ello es difícil, ya que por un lado SI se requiere total disciplina para seguir los tratamientos e instrucciones médicos y que en ello no interfiera el posible deterioro cognoscitivo o emocional de los pacientes sobre todo cuando se trata de enfermedades crónicas y degenerativas o que inflijan dolor y malestar generalizado en ellos y minen su fortaleza y entereza al punto de que se conviertan en personas irreconocibles. En este caso se debe aprender a controlar nuestra propias emociones, desde el enojo o la decepción que nos genera una falta de apego por parte del paciente, su mal estado de ánimo o conductas de chantaje o incluso recibir su violencia física, verbal o sicológica.
Pero por otro lado, es importante no tratar de asumir un comportamiento ajeno o frio o incluso de resentimiento por la “mala suerte del paquete que nos tocó”, en realidad no nos convertimos en personal médico o de enfermería y mucho menos a sueldo, seguimos siendo hijos e hijas, y una buena parte de la recuperación y mantener un estado de buena salud depende de que los pacientes se sientan en su hogar, respetados, apreciados, queridos y a veces hasta corregidos en sus conductas cuando así sea necesario. Todo ello según las reglas de nuestra convivencia familiar y que son parte de la propia identidad, en este sentido, algo que ayuda mucho es hacerles saber y entender a los adultos mayores que por estar en el núcleo familiar deben sentirse protegidos, sin embargo que ello también les genera responsabilidad para dejar que todos los otros integrantes se sigan desarrollando y viviendo sus vidas y proyectos y en la medida de lo posible hacerse cargo de sus propias necesidades, físicas y emocionales. La palabra clave siempre será GRACIAS, gracias por lo que ellos aportaron pero también por lo que están recibiendo y recibirán, hasta el fin de sus días, no verlos como personas achacosas, quejumbrosas, sino anteponer siempre las cosas que le han dado sentido a estar juntos.
Claro que no hay escuela para aprender esto, pero también es cierto que conviene más darse cuenta de que algún día surgirán esas situaciones y no tratar de imponer pautas de la noche a la mañana con las fricciones o apatía del caso, hay que iniciar esta reflexión, detectar nuestras fisuras y debilidades tanto en la construcción de nuestras estructuras familiares como personales y pensar cómo las vamos a remediar, y si no tienen remedio pues tomar decisiones y aunque suene radical, buscarse una familia ampliada o hasta adoptiva con quien SI esté dispuesto a ello, formar redes de apoyo, aprender a envejecer y a cuidarnos mutuamente.

En la presentación del artículo se puede poner:
“Alejandro León, colaborador de este artículo, cuidó por diez años, junto con su hermano Francisco, a su madre Edelmira quien sufrió insuficiencia renal, si bien enfrentaron muchas vicisitudes contaron con el apoyo solidario de muchas personas en diferentes momentos y se logró para Edelmira una sobrevida de diez años, cuando el promedio es de tres para este tipo de pacientes. Durante estos años y a la fecha, Alejandro pudo  una gran familia extendida, asimismo Francisco formó su propia familia gracias a lo cual Edelmira realizó el sueño de conocer a su primera nieta.”



CUIDADO DE LOS ENFERMOS Y ANCIANOS 1


Algunas personas de la tercera edad les molesta que las hagan sentir inútiles, aunque ellas empiezan a sentir que hay algunas perdidas de sus capacidades intelectuales y motoras, como la perdida dela visión, la audición o disminuir su fuerza física y que sus articulaciones no son como las de antes pues les es doloroso moverse con rapidez, incluso sentarse, esto las hace sentir avergonzadas y desvalorizadas. Por ejemplo, cuando se llegan a caer, los hijos y los profesionales de la salud, les restringen las salidas por miedo a que puedan tener otra caída y esta ser más grave, si bien es cierto, que esto les pueda suceder, ya que algunas sufren de  osteoporosis, eso no significa que tengan más accidentes que un niño, pues a partir de ahí  tratan de hacer las cosas con más calma para no tener accidentes. Sienten que ya no les toman en cuenta para las decisiones familiares, ni incluso en sus deseos o necesidades.
Les molesta que los médicos les resten importancia a sus malestares, incluso la manera en que son atendidas. Plantean que por ser “viejas” no existe algún remedio que les aminore el dolor, o bien  les piden ir acompañados de un familiar cuando ellas todavía se sienten bien para hacer su vida cotidiana.
Consideran que los ancianos deben ser cuidados por la familia, así como ellas fueron cuidadas por sus padres, piensan que es una oportunidad para devolver los cuidados y el amor que les dieron de niñas. Y así como adaptaron la casa para cuidar de sus bebés, bloqueando tomas de luz y poniendo corralitos, ahora tal vez sea necesario  cambiar la distribución de los muebles para nuestros padres, como poner barras en el cuarto de baño y en la regadera, pues han oído mencionar que a los ancianos les da miedo bañarse y creen que es porque tienen miedo de resbalarse o enfermarse.
Consideran que es injusto que los demás hermanos no quieran cooperar con los cuidados de los padres. Aunque socialmente se considera que es una actividad que le corresponde a las mujeres, pues a veces tienen que cuidar a la suegra. Los hermanos ponen de pretexto que ellos se hacen cargo de su propia familia o que viven muy retirados. En algunos casos, si bien les va, solo aportan dinero, suponen que con eso es suficiente su ayuda. En el peor de los casos, los hijos se aprovechan de los recursos económicos de los padres. También se quejan que las madres prefieran ser cuidadas por sus hijos varones, aun y cuando estos realmente ni se preocupan por ellas. Esto para ellas es un motivo de discusiones y enojos y las hacen sentir devaluadas.

De esta forma, los demás hermanos no ponen en peligro su nivel de bienestar social y así eluden  lidiar con el carácter de los padres, que en algunos casos al estar encerrados o encamados, se  sienten  un estorbo se tornan huraños y hasta groseros.

QUIERO QUE ME OIGAS

Quiero que me oigas, sin juzgarme.
Quiero que opines, sin aconsejarme.
Quiero que confíes en mí, sin exigirme.
Quiero que me ayudes, sin intentar decidir por mí.
Quiero que me cuides, sin anularme.
Quiero que me mires, sin proyectar tus cosas en mí.
Quiero que me abraces, sin asfixiarme.
Quiero que me animes, sin empujarme.
Quiero que me sostengas, sin hacerte cargo de mí.
Quiero que me protejas, sin mentiras.
Quiero que te acerques, sin invadirme.
Quiero que conozcas las cosas mías, que mas te disgustan, que las aceptes y que no pretendas cambiarlas.
Quiero que sepas hoy, por lo menos hoy, tu puedes contar conmigo sin condiciones.

Jorge Bucay


MI MADRE TENÍA MUCHOS PROBLEMAS.


Había estado adelgazando peligrosamente y estaba deprimiéndose.
Era irritable, gruñona y amargada.
Hasta que un día, de pronto, ella cambió. La situación estaba igual, pero ella era distinta.
"Viejita -dijo mi padre- llevo tres meses buscando trabajo y no he encontrado nada, voy a echarme unas chelas con los amigos."
-Ah, okey.-Contestaba mi madre. -Ya encontrarás.
"Mamá -dijo mi hermano- reprobe todas las materias en la facultad."
-Ah, okey. -Respondió mi madre. -Ya te recuperarás y si no pues repites el semestre. Pero te lo pagas tú.
"Mamá- dijo mi hermana- Choqué el carro."
-Ah, okey. -Suspiró mi madre. -llévalo al taller, busca como pagar y por lo pronto muévete en combi.
"Nuera -llegó diciendo su suegra, que siempre la fustigaba y encaraba-, vengo a pasar unos meses con ustedes."
-Ah, okey. -dijo mi madre. -Acomódese en el sillón y agarre unas cobijas del clóset.
Todos se reunieron preocupados al ver estas "no reacciones" de mi madre. Sospechaban que hubiera ido al médico para que le recetara unas pastillas de Alpinchimadrina de 1000 mgs.
Seguramente estaría ingiriendo una sobredosis.
Propusimos hacer una "intervención" a mi madre para alejarla de cualquier posible adicción que tuviera hacia algún medicamento anti-encabritamiento.
Pero cual fue nuestra sorpresa que, cuando nos reunimos en torno a ella, explicó:
-"Me tomó mucho tiempo darme cuenta de que cada quien es responsable de su vida. Me tomó años descubrir que mi angustia, mi mortificación, mi depresión, mi enojo, mi insomnio y mi estrés, no sólo NO resolvían sus problemas sino que AGRAVABAN los míos.
YO NO SOY RESPONSABLE DE LAS ACCIONES DE LOS DEMÁS, PERO SÍ SOY RESPONSABLE DE LAS REACCIONES QUE EXPRESE ANTE ESO.
Por lo tanto, llegué a la conclusión de que mi deber para conmigo misma es mantener la calma y dejar que cada quien resuelva lo que le corresponde. He tomado cursos de yoga, de meditación, de Milagros, de Desarrollo Humano, de Higiene Mental y de Programación Neurolingüística... y hay un común denominador: QUE YO SÓLO PUEDO TENER INJERENCIA SOBRE MÍ MISMA, USTEDES TIENEN TODOS LOS RECURSOS NECESARIOS PARA RESOLVER SU PROPIA VIDA.
Yo sólo podré darles mi consejo si acaso me lo pidieran y de ustedes depende seguirlo o no. Así que de hoy en adelante, yo dejo de ser el receptáculo de sus responsabilidades, el costal de sus culpas, la lavandera de sus remordimientos, la abogada de sus faltas, la depositaria sus deberes o su llanta de refacción para cumplir sus responsabilidades.
Los declaro a todos adultos independientes y autosuficientes."
Todos se quedaron mudos.
Ese día la familia comenzó a funcionar mejor...

Porque cuando mamá está bien, todos en la casa sabrán lo que les toca hacer...
anonimo

jueves, 14 de abril de 2016

¿TU DEBER ES PROTEGERLO?

Hace un par de años vi un comercial donde un niño pequeño (2 o 3 años) corre por el comedor y pereciera que va a estamparse con la mesa. Suena una alarma y la madre corre a tomarlo entre sus brazos. La leyenda dice tu deber es protegerlo.
Recuerdo que en mi juventud visite a una pareja que tenían un niño de un año aproximadamente, se me hizo curioso percibir que no tenían casi muebles, ni artículos decorativos, los tomacorrientes sellados, y pregunte a que se debía, a lo que respondieron que era para que su bebe no se hiciera daño. Lo queremos dejar libre por todo el departamento, pero que no rompa las cosas.
Más que sobreproteger a su hijo, los padres  deberán enseñar a su hijo el uso de las herramientas, aprender donde debe o no debe tocar. Controlar su conducta. Saber que objetos puede aventar y en qué lugares puede hacerlo. Así a determina edad tendrá que aprender a usar los utensilios punzo cortantes, como el cuchillo y las tijeras. Es a través del contacto con las cosas  que aprenderá a tener un equilibrio y varias capacidades para su integración a la vida escolar, adolescencia y adultez.
Debemos tener en cuenta que nuestros hijos están aprendiendo a realizar las tareas y nosotros como adultos debemos enseñarles cómo realizarlas, lo que haga el niño primero con ayuda de un adulto, podrá hacerlo solo posteriormente. A veces los niños no entienden y uno tiene explicarles y adecuarse a ellos. Si nos bajamos a su nivel podrán entendernos y hacer las cosas mejor. Pero muchas veces para que no nos hagan perder el tiempo preferimos hacerlos y así les resolvemos sus responsabilidades. O en otros casos, los descalificamos con frases: “No te fijas, hazlo con cuidado, eres un tonto, no sabes hacer las cosas, eres un bueno para nada”.
Son en estas actividades donde el menor aprende a valorarse. Sin embargo, bajo nuestros patrones de crianza actuales están más encaminados a exaltar  a los niños por sus realizaciones, mientras que a otros se les crítica y se les rechaza sin reconocerles ningún aspecto positivo, Cuantas veces al día nos fijamos en las cosas erróneas que hacen nuestros hijos, y no en sus cualidades como organizado, persistente, colectivista.
Se debe tener  cuidado en la valoración del niño por parte de los padres, pues la vida cotidiana nos plantea que hay niños que se destacan por encima de otros, mientras que los otros son objeto de crítica y discriminación. Que no debe dar lugar a que unos niños se sientan inferiores y poco capaces, mientras otros se sientan superiores. No es una tarea fácil, pues siempre recurrimos a nuestros antiguos patrones de crianza.
Los juegos en grupo nos permiten aprender esas reglas de convivencia y fomentar en ellos la no discriminación y el cooperativismo.


sábado, 2 de abril de 2016

¿QUIEN PONE LIMITES A LA TERCERA EDAD?

Hace tiempo vi una película europea en la cual a una mujer de la tercera edad le regalaron un par de aretes que decide ponérselos para su siguiente encuentro con sus amigas. Hasta ahí no tendría nada de extraño, pero lo curioso fue que empezó a recibir críticas por parte de sus amigas porque sus aretes eran largos. Ellas le hicieron notar que las mujeres de su edad deberían de usar unos broqueles. A partir de ese momento, solo los contemplaba tristemente en la soledad de su habitación.
Varias mujeres de la tercera edad son motivo de burlas hasta por parte de sus propios hijos, tan solo porque han decidido verse bien. Les dicen que ya no están para lucirse delante de la gente, que hacen el ridículo, que ya están viejas y feas o simplemente que ya no están para buscar marido. También las empiezan a limitar en sus acciones, como el no dejarlas salir, las critican si tienen alguna actividad física o recreativa, esto se amplifica si han sufrido algún accidente, en su lugar quisieran verlas sentadas frente al televisor y tejiendo prendas para la familia.
Tal pareciera que la gente de la tercera edad ya no tuviera derecho de arreglarse para verse bien o  que cierto sector de la población, incluyendo a algunos profesionistas de la salud suponen que llegar la tercera edad es sinónimo de declive en todos los sentidos y que por ello deben permanecer encerrados en casa. Mucha gente cree que tienen más accidentes que cualquier infante, pero en realidad tienden a ser más cuidadosos.
Cuando los empiezan a limitar, ellos y ellas sienten que les están dando poca importancia. Se sienten personas inútiles y torpes, y poco a poco van suponiendo que sus hijos tienen razón, sintiéndose cada día peor.
Esto trae a mi memoria a Rita Levi-Montalcini, neuróloga y premio nobel de medicina en 1986. A casi sus 100 años de vida seguía trabajando en su pasión que es la investigación y para dar becas a niñas africanas. Ella dice que las personas al jubilarse abandonan y matan a su cerebro, que el cuerpo se arruga pero el cerebro debe mantenerse ilusionado, activo y tener pasiones; no hay diferencias entre los hombres y la mujeres en las áreas cognitivas cerebrales de ambos sexos.

En un estudio que se hizo a mujeres y hombres alrededor de los cien años se menciona que es importante hacer ejercicio, seguir manteniéndose activas y aprender cosas nuevas. Contar con un grupo de amistades. Tratar de ser útiles para otros, tener una ocupación, una pasión, estrechar las relaciones con la familia. Ser positivos y alejarse de las personas que las hagan sentir mal.  Dejar de auto-llamarse viejo y considerarse enfermo o bien de menospreciarse, diciéndose inútil. Aceptar los cambios y sentirse orgullosos de permanecer en este mundo con nuevas ideas.

MUJER EN LA EDAD SENIL

Esa etapa de la vida a la que mucha gente quisiera llegar en buen estado de salud y valiéndose por sí misma, pero que no todos tienen la fortuna de lograrlo.
Para algunas mujeres  llegar a la edad senil seria  no dar molestias a los demás, pero en el fondo se tiene miedo de que al final de los años se tenga que depender de los hijos y estos no puedan o quieran hacerse cargo de uno.
A quienes les ha tocado cuidar a personas seniles, llegan a pensar que cuando ellas alcancen a su vejez quieren estar en un asilo para no dar molestias a los hijos. Tienen miedo y comprenden que con la edad se irán perdiendo las capacidades físicas y mentales, a la vez que las enfermedades las coloquen en cama y que tengan que ser cuidadas por algunos de sus hijos. Ellas que a lo largo de la vida descubrieron que desde una edad muy corta estuvieron solas y aprendieron que debían hacer sus tareas por sí mismas. No se explican porque sus hijas o algunas mujeres jóvenes necesiten ayuda para realizar sus actividades como madres para cuidar a sus hijos. Ya que ellas recuerdan que tenían que lidiar con sus hijos, pues sus esposos solo aportaban dinero para la casa y nunca se preocupaban por sus críos. Algunas de ellas, estaban en condiciones semejantes al ser madres solteras. De esta forma, aprendieron a ser madres, ya que no existía ninguna escuela que les hubiese enseñado ese oficio. Mencionan que se daban tiempo para lavar y planchar la ropa e ir al mercado para preparar la comida. Con remedios caseros atendían a sus proles, mientras acudían al médico y para salir a la calle a veces cargando hasta con 4 hijos, (amarrados en la espalda, hablándoles con firmeza que no se soltaran al cruzar las calles). En caso de necesidades extremas, se convirtieron en comerciantes, vendieron garnachas, cervezas, gelatinas o ropa con tal de darles una “mejor vida” a sus pequeños o bien para apoyar al esposo en tener una vivienda propia o en mejores condiciones.
Mujeres que han sufrido discriminación, golpes, humillaciones, algunas fueron sumisas pues la época que les tocó vivir era una forma de subsistir. En realidad no tenían otras opciones como en la actualidad, creyendo que eso era la vida. No se divorciaban para no generar “complejos” a sus hijos. Siempre los han complacido y siguen tratando de complacerlos, (siendo estos mayores de 30 años) y si ell@s les piden dinero, la televisión, trastes o cualquier cosa, ellas deciden dárselas, pues temen que se enojen y dejen de verlas, aunque saben que solo las visitan cuando las necesitan.
Conocieron lo que es depender de otra persona  y eso las degradaba como personas, dicen que “les robaban la voluntad”, “no las dejaban ser”, pero al quedar viudas o  bien separarse emocionalmente del marido, que aunque vivan con él, ya cada quien hace su vida. Llegaron a darse cuenta que hicieron grandes cosas “solas”.

 Ante este panorama, no se nos cruza en el camino la idea de que tarde o  temprano llegaremos  a necesitar de alguien, pues el ser humano tiene muchas vulnerabilidades y en cualquier momento de la vida pueden presentarse enfermedades, accidentes o simplemente quedar desempleados y requeriremos que alguien nos apoye  emocional y económicamente. Tanto los padres como los hijos pueden caer en momentos difíciles. 

¿LO VIEJO NO SIRVE ?

En sociedades primitivas, las personas mayores que sobreviven, son individuos fuertes y su función es la transmisión de conocimientos debido a su experiencia acumulada, en sociedades más complejas, los ancianos tienen mayor jerarquía, por su poder económico, tienen propiedades y son los depositarios de las tradiciones, pero conforme avanza el progreso, los ancianos viven solos en sus propios hogares y a veces reciben ayuda de sus descendientes mientras no pongan en peligro su nivel de bienestar social, a veces se olvidan de ellos y cuando los ancianos no pueden valerse por sí mismos, difícilmente es aceptado por algún miembro de la familia en su hogar.
Con el desarrollo de la industrialización, los valores cambiaron de sentido y quedo fuera de si toda actividad que no fuese utilitaria, consolidando que todo lo útil, práctico y moderno se considerara como lo mejor, lo viejo pasó a segundo término. Ante este marco hemos generado estereotipos sobre la vejez, al concebirla como etapa cargada de achaques físicos, con abundancia de enfermedades y trastornos psicofisiológicos y, desde la perspectiva de la cercanía de la muerte.
Sin embargo, la vejez es la etapa que mayor cantidad de variaciones de personalidades individuales presenta, pues existen tantas maneras de ser viejos como veteranos hay. Es frecuente encontrar personas mayores creativas, activas y bien adaptadas, es decir, integras tanto físicamente como psíquicamente.
La negación de posibilidades en la tercera edad se debe a nuestros mitos y creencias sociales al considerar los años vividos damos por asentado el envejecimiento.
Se piensa que los ancianos deben estar exentos de actividades y responsabilidades. Pero es todo lo contrario: hacer cosas los hace sentirse útiles, y eso los ayuda a vivir. Y es una forma también de salud: la motivación de servir para algo o para alguien es un motor muy grande para seguir adelante. El abuelo que cuida a su nieto también tiene un rol sumamente valioso, se siente útil, está ayudando a su hija, a su hijo…puede ser un medio para transmitir juegos y valores.
Se suele creer que los adultos mayores tienen más accidentes que los niños o los jóvenes, sin embargo, se ha demostrado lo contrario las personas mayores, a pesar de ser más vulnerables debido al deterioro de sus capacidades cognitivas, sensoriales y motoras, también son conscientes de ello y por tanto, evitan situaciones que pueden ser de riego y en algunos casos, quieren comprobar que tan capaces son de hacer las cosas que antes realizaban.
Pueden aprender prácticamente igual que una persona joven si se encuentran motivados en la tarea. Únicamente necesitan más tiempo y mayor número de ensayos.

Se debe tener cuidado con los estereotipos porque tanto éstos como los papeles sociales que se le atribuyen a las personas mayores pues determinan el auto concepto, la autoimagen que la persona mayor tiene de sí misma y las expectativas que las personas en general tienen con respecto a la vejez. Una imagen negativa de la vejez, como la que existe en la actualidad, provoca rechazo pero no sólo de la persona mayor sino de la propia vejez lejana o cercana.